Venezuela


La creación artesanal y la difusión del patrimonio: experiencias de un artesano investigador.


Leonardo Páez. leopaezorama@gmail.com Sociedad para el Estudio de las Manifestaciones Rupestres de Venezuela (SEMARVE).

Resumen

En el presente trabajo se intenta demostrar la necesidad de vincular más estrechamente las relaciones entre la creación artesanal y la simbología presente en las Manifestaciones Rupestres, incorporando en las piezas artesanales realizadas con diferentes técnicas tradicionales o contemporáneas los diseños que han quedado por el paso de las comunidades indígenas en el tiempo prehispánico, fruto de su vasta iconografía simbólica.

Dicha relación permitiría a las comunidades poseedoras de sitios con Manifestaciones Rupestres estrechar las relaciones de pertenencia con su patrimonio, y por consecuencia contribuir con su conservación y preservación en el tiempo; a su vez de acceder a un elemento económico sustentable de desarrollo que generaría mejoras en la calidad de vida de sus habitantes.

Las Manifestaciones Rupestres venezolanas representan en elemento tangible que puede favorecer la reconstrucción del pasado prehispánico venezolano, de allí la importancia de su defensa, conservación y difusión. Por tanto, el trabajo comunitario enfocado a crear afinidades entre el sujeto y el objeto patrimonial, es vital en la consecución de lo antes enunciado.

Presentamos pues, algunas experiencias que pueden ponerse en práctica con miras a sumar esfuerzos en pro de la sensibilización antropológica de las comunidades con sitios de Manifestaciones Rupestres en Venezuela.

Palabras clave: Creación artesanal, patrimonio, desarrollo, sensibilización antropológica.


Las Manifestaciones Rupestres y el reto de su conservación

A lo largo y ancho del espacio territorial venezolano se encuentran vestigios del tiempo prehispánico representado en las Manifestaciones Rupestres. En los últimos años se ha incrementado el conocimiento de su existencia e importancia entre las distintas comunidades; a pesar de ello, el proceso de destrucción es mayor al ímpetu de algunos por su conservación. Cientos de rocas y grafías frutos del arte creador ancestral, se encuentran a la espera de escapar de la ignominia y su total pérdida para pasar a tomar relevancia dentro de los valores históricos-culturales de sus regiones.  Las relaciones de pertenencia que se establezcan entre el patrimonio y las personas vinculadas al ámbito territorial de su entorno es primordialmente esencial en pro de su rescate y conservación. 



Yacimiento Piedra Pintada, municipio Guacara, estado Carabobo.

Uno de los factores causantes de su destrucción ha sido el empleo de sus predios como sitios de habitación, bien sea en zonas rurales o urbanas. Vale decir que en su génesis, las Manifestaciones Rupestres eran realizadas en espacios retirados de los poblados, por representar para sus autores sitios sagrados donde se realizaban, entre otros asuntos, ceremonias de iniciación ritual y conexiones con el mundo inmaterial, otorgándosele a la casta sacerdotal el monopolio de su uso y acceso. Actualmente estos lugares de uso mágico-religioso se encuentran profanados e irrespetados como consecuencia de la pérdida de la memoria histórica tristemente acontecida por los procesos de desarraigo de nuestra cultura.

Sucedido ya el proceso de “invasión” de las áreas contentivas de material rupestre la pregunta es cómo contribuir en su conservación. Uno de los principales retos para los que sentimos el llamado a defender este patrimonio cultural es coadyuvar en el establecimiento de vínculos afectivos entre las comunidades y los objetos culturales. El trabajo de sensibilización y concienciación hacia el hecho cultural, donde se realce el papel del patrimonio como elemento integrador del espacio comunitario que pueda servir al desarrollo endógeno mesurado y sustentable, es de vital importancia en esta labor, y de allí las relaciones entre las autoridades competentes y la población.

Yacimiento Cacho Mocho, Vigirima, municipio Guacara, estado Carabobo.

En ese sentido, una de las experiencias realizadas con aceptable éxito en la difusión y empoderamiento rupestre por la comunidad ha sido la elaboración artesanal de piezas que reproducen la simbología contenida en los grabados rupestres. Es así como se plantea la conjugación entre la producción artesanal y el patrimonio arqueológico, para contribuir positivamente en la defensa de este bien cultural y a su vez con el desarrollo endógeno sustentable.

Por supuesto que la premisa para la conservación y difusión de las Manifestaciones Rupestres es estar al tanto de su existencia, el conocimiento y entendimiento de la historia que representan y su significancia como elemento de nuestra identidad. De allí que el registro y sistematización de los yacimientos y su documentación sea el primer paso en su defensa. El trabajo de investigación realizado por expertos en la materia debe promoverse desde los espacios de poder para obtener las bases elementales del proceso comunitario de empoderamiento del patrimonio.


El artesano y la artesana creadores

La artesanía es el fruto del trabajo del hombre, portador de una tradición cultural, con valores estéticos, simbólicos y utilitarios, en tanto que interpreta su cosmovisión. De generación en generación, este arte arcano es aprehendido y transmitido oralmente y se manifiesta en piezas producidas en condiciones históricas, geográficas, económicas, sociales y culturales concretas.

El artesano(a) representa una legítima expresión de la identidad de los pueblos, enmarcado dentro del Arte Popular. A través de un proceso creativo y procedimientos manuales, producen objetos de gran belleza para el uso cotidiano, a menudo también utilizados en cultos y ceremonias tradicionales, que son expresivos de su patrimonio cultural. Percibe a su vez, la forma de aprovechar los escasos recursos del ambiente que lo rodea para mantener la autenticidad de su oficio. Es así como los artesanos(as) crean y recrean a diario nuestras tradiciones, revalorizando las expresiones y constituyendo una referencia obligada de nuestra identidad venezolana.



Leonardo Páez en plena producción artesanal.

No solamente la producción artesanal tiene un componente cultural significativo, en cuanto constituye parte del patrimonio del país y fuente de difusión de nuestra cultura autóctona, sino que representa asimismo una actividad productiva sustentable que genera medios de vida aceptables a quien la ejerce. El componente económico de la producción artesanal es primordial en las necesidades de desarrollo endógeno sustentable, valiéndose de un poderoso instrumento donde a su vez los valores de identidad cultural se realzan y utilizan en el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades. El producto artesanal, a pesar de competir y convivir con infinidad de ofertas y productos, siempre tendrá un puesto en las preferencias de un público selecto y conocedor de su valor intrínseco dentro de la idiosincrasia de los pueblos.  

La creación artesanal conjugada con la memoria histórica comunitaria parte del conocimiento exacto de lo que se posee; en este instante el artesano(a) se convierte en investigador(a). Indagando y escudriñando, se recrea en la búsqueda de evidencias de una historia que en definitiva no le es extraña porque se mantiene viva en la cotidianidad de su entorno. Sólo que ahora tiene plena conciencia de su existencia y sistematiza la información, armando el rompecabezas de esos relatos, esas costumbres, esos objetos, esos lugares comunes, esa forma de ser, ese paisaje cultural. En esta labor el artesano(a) refuerza su papel de cultor popular al interiorizar y reconocer los valores de su herencia cultural. 



Leonardo Páez en trabajo de campo. Municipio Guacara, estado Carabobo.

El artesano(a), ahora también investigador(a), tiene un abanico de oportunidades para la creación de una propuesta plástica que evoque la cultura autóctona de su lugar de origen, bien sea en la recreación del paisaje cultural, en la fabricación de objetos ancestrales de uso cotidiano, en la elaboración de platos de la gastronomía típica o, en el caso que nos ocupa, en la reproducción de los objetos o símbolos del patrimonio arqueológico, entre otras opciones.


El artesano y la artesana investigadores

Por naturaleza el artesano(a) siente apego por la herencia cultural que ofrece su entorno social. Es portador de un conocimiento arcano que es menester conservar y preservar a futuras generaciones. Indaga, investiga, escudriña el pasado y recrea en su oficio la realidad sencilla de transformar el barro, la fibra, la concha, la madera, el cuero, la piedra, para beneplácito de su espíritu. Por razones implícitas de su mundo interior, se siente atraído(a) por el fabuloso reino simbólico indígena plasmado y conservado en las Manifestaciones Rupestres. Siente la fuerza de los siglos, la magnificencia del espacio, lo invade la certeza de la existencia hace cientos de años de seres creadores de un ambiente cultural que por milenios se enriqueció de la experiencia y la indagación. Se postra, maravillado, deseando que la piedra mítica le transfiera sus bien guardados secretos. En ese estado de conexión, el artesano(a) bien se convierte en defensor y difusor del patrimonio arqueológico de la Nación.

Leonardo Páez y el investigador Gustavo Pérez en las montañas de Vigirima.

Esta experiencia de vida resumida en las líneas anteriores, bien podría no expresar la mayoría de los sentimientos de los que profesamos el oficio artesanal; pero intenta poner en evidencia que, con nuestra fuerza interior, actitudes y valores, aunado a nuestras habilidades y destrezas, los artesanos(as) estamos llamados a convertirnos en defensores y difusores del patrimonio arqueológico y la memoria colectiva de nuestra comunidad. Muchas son las experiencias de artesanos(as) convertidos(as) en paladines, basta mencionar al gran maestro artesano Alfredo Almeida, quien es punto de referencia no sólo en la manufactura magistral del producto artesanal, sino en la investigación y docencia del hecho arqueológico.

En ese sentido, la presencia de restos arqueológicos, bien sea cerámicos, líticos o de otra índole, son de relativa abundancia, una región más que otras, en todo el territorio nacional. De estos bienes culturales el artesano(a) tendrá una fuente de inspiración para esa propuesta que lo identificará y convertirá en un defensor y difusor del patrimonio arqueológico de su región.

Pero, ¿cómo acceder a la información sobre las Manifestaciones Rupestres u otros bienes arqueológicos de mi región? he aquí unas consideraciones que ayudarán al respecto: 1) La consulta bibliográfica: Aunque no son abundantes las fuentes documentales referidos al tema rupestre o arqueológico, hay textos publicados de obligada consulta y otros más que nos darán una información preliminar; 2) Búsqueda de información en personas o agrupaciones científicas o comunitarias que tengan trabajos de investigación en la materia; 3) Visita a museos especializados que posean colecciones de objetos arqueológicos; 4) Visitas in situ de los sitios con Manifestaciones Rupestres.



Visita a un yacimiento del municipio Miranda, estado Carabobo.

Para el artesano-investigador, las visitas in situ de las Manifestaciones Rupestres representan la opción de mayor impacto y contenido simbólico. La salvación del bien cultural se reforzará si este contacto directo permite la formación de lazos afectivos. Cualquier propuesta plástica que emane de este contacto tendrá la fortaleza de esta afectividad, y estará en estrecha vinculación con la conservación y difusión del bien patrimonial.

Las visitas a los yacimientos rupestres deben tener como objetivo recabar la mayor información sin dañar ni perjudicar, posesionarse del patrimonio, conocerlo, sentirlo como propio, procurando no rayar, remarcar, resaltar, grafitear, raspar, percutir, remover, pasearnos encima de la roca o hacer otra intervención que modifique el estado natural de los grabados y de su entorno. Uno de los datos a tomar en cuenta son los diseños de los petroglifos, prestando especial atención a la manera de alcanzar esta información. Imágenes fotográficas y/o de video, y dibujos a mano alzada, son los recursos idóneos a utilizar. Otra manera sencilla consiste en fijar encima del grabado una lámina de plástico transparente y delinear sobre ésta con un marcador de tinta indeleble el contorno de la figura, obteniendo una reproducción fiel y exacta del original. 

Incendio en los alineamientos pétreos del yacimiento Piedra Pintada, estado Carabobo.

Aquí nos detenemos para definir algunos considerandos. La mayoría de los sitios de Manifestaciones Rupestres en Venezuela, por no decir todos, se encuentran desamparados, expuestos a sufrir deterioro por factores humanos, los más perjudiciales. Es recomendable, luego de las visitas a los sitios rupestres, entregar un informe a las autoridades correspondientes, donde se expongan los factores de riesgo o el estado general del bien arqueológico, en aras de involucrarlos en la búsqueda de soluciones. Los Consejos Comunales, la municipalidad, el gobierno regional o el Instituto del Patrimonio Cultural son algunos de los organismos a quienes por ley les concierne unir esfuerzos en la planeación de políticas de defensa de los bienes culturales.


Algunas consideraciones jurídicas de la investigación arqueológica

Hay que tomar en cuenta que la labor arqueológica se rige por normas y reglamentos explícitos en cuanto al proceso de exploración de yacimientos arqueológicos: la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural en su artículo 39 refiere que será competencia del Instituto del Patrimonio Cultural autorizar a arqueólogos o paleontólogos profesionales o a renombradas instituciones científicas, nacionales o extranjeras, lo referente a descubrir, explorar, estudiar o excavar yacimientos arqueológicos. En otras palabras, este artículo expone que las exploraciones practicadas por iniciativa comunitaria, sin intervención de profesionales academicistas con su debida autorización, deberían ser, en principio, de observación más que de intervención directa.

Sin embargo, debemos advertir los múltiples factores que afectan la intervención de los organismos en la resolución de problemas de su competencia, como por ejemplo problemas presupuestarios o falta de personal. En ese sentido la labor activa y no pasiva de la comunidad en resguardar su patrimonio se justifica en cuanto la incapacidad de dar respuesta de las instituciones con atribuciones en la materia. Pero además de esto, complementando el reseñado artículo 39, la ley rectora del patrimonio cultural en su artículo 44 obliga a la ciudadanía a participar activamente en pro de la defensa, rescate y conservación del Patrimonio Cultural de la República, por lo que cualquier iniciativa encaminada es este sentido está amparada legalmente.


Manifestaciones Rupestres, patrimonio y turismo cultural

El Patrimonio, a veces reconocido con la herencia, es un concepto relacionado con la historia, enlazado con lo más importante y característico de la cultura y es asumido directamente por los grupos locales. Es la suma y compendio de los valores propios de una sociedad que los reconoce como tales. Ello involucra una acción de reconocimiento, habitualmente intergeneracional, de unos elementos como parte de la valija cultural y su vinculación a un sentimiento de grupo. Reconocida en él, la sociedad se presenta a otros. En ese instante el bien concreto estará a salvo momentáneamente. Si bien su preservación no estará garantizada, al menos su destrucción o menoscabo será sentida como propia.

La protección y conservación del patrimonio cultural en estos tiempos de globalización, representa un verdadero reto para cualquier pueblo. Sin embargo, lo normal es que cada comunidad determinada o grupo implicado en la conservación se responsabilice de la gestión de su patrimonio, teniendo en cuenta las normas nacionales e internacionales reconocidas y usadas de manera adecuada.

Un método eficaz para el trabajo de crear lazos entre las Manifestaciones Rupestres y la comunidad es impulsar el establecimiento de un turismo cultural. Esta actividad debe apoyarse y estimularse para el desarrollo sostenible y mesurado de las comunidades con potenciales en esta materia, pero guiada por los entes competentes que propicien la generación de empleos desde núcleos endógenos capacitados específicamente para estos fines. La fragilidad del patrimonio arqueológico y de nuestro ecosistema, y la importancia y trascendencia de nuestros valores históricos y culturales, debe orientarnos hacia un turismo observador y no depredador, que aprecie y no descalifique, que respete y no juzgue, asegurando la preservación de la armonía entre el hombre y la naturaleza.

El patrimonio cultural y natural, la diversidad y la cultura constituyen los máximos atractivos del turismo. El inmenso potencial turístico de nuestro país, y dentro de éste la variedad, calidad y heterogeneidad del patrimonio arqueológico, lleva a considerar esta actividad como una valiosa herramienta de desarrollo. Una correcta aplicación de la actividad turística que desarrolle y fomente el oficio artesanal, y el empleo de políticas de defensa del patrimonio arqueológico, permitirá el éxito de la conservación y protección del entorno natural, así como el fortalecimiento de las expresiones culturales de nuestra comunidad.  



Turismo cultural en Piedra Pintada.

El artesano y la artesana y la defensa y difusión del patrimonio

La simbiosis entre la creación artesanal y la investigación arqueológica es una opción válida para la creación del sentido de pertenencia de la comunidad con su patrimonio. A través de ella se pueden establecer mecanismos de empoderamiento que catapulte el bien cultural como elemento vivo del entorno social de la comunidad. El artesano-investigador debe ponerse a la vanguardia en la defensa y difusión de los bienes culturales de su comunidad.

Un ejemplo importante de relación artesanía-patrimonio es el desarrollado en la región de la Cuenca del lago de Valencia, donde se ha desplegado una ardua tarea de reproducción del material arqueológico de la zona por medio del trabajo conjunto de pioneros artesanos y de investigadores del tiempo prehispánico. Esta asociación ha traído como consecuencia experiencias de fusión de ambas actividades, formándose artesanos-investigadores e investigadores-artesanos, originándose beneficios para la conservación y difusión del patrimonio arqueológico y la re-educación en torno a los procesos históricos-culturales acontecidos en el territorio lacustre. La comunidad, a través del trabajo artesanal e investigativo, ha tenido acceso a la información de la historia prehispánica, produciéndose un reconocimiento del patrimonio y a través de éste la re-valoración de la identidad cultural y la memoria histórica de esta región central. Sin embargo, a pesar de estas experiencias, falta mucho por andar en cuanto a la defensa del patrimonio arqueológico de la Cuenca, sobre todo en lo referente a la concienciación y participación de las autoridades a cargo de instituciones públicas con atribuciones en la materia.


Piezas del taller artesanal Tovar y Tovar.

En fin, todo lo anterior nos ha permitido impulsar un propósito, donde se involucran la creación artesanal y la defensa y promoción de las Manifestaciones Rupestres venezolanas. Esperamos con esta experiencia de vida alentar el conocimiento sobre la existencia y riesgos de destrucción de estos bienes culturales, el potencial que encarnan como elemento de desarrollo endógeno sustentable y su valor como parte de nuestro acervo cultural; a su vez de servir de inspiración a los colegas artesanos o a cualquier individuo de la comunidad en la defensa y difusión de este importante legado histórico. 

 

¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com

Cómo citar este artículo:

Páez, Leonardo. La creación artesanal y la difusión del
patrimonio: experiencias de un artesano investigador.

En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/artesanal.html

2008


BIBLIOGRAFÍA

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Ley de protección y defensa del patrimonio cultural. Tomado de la Gaceta Oficial Nº Extraordinario 4.623, de fecha 03 de septiembre de 1993.