Las pinturas rupestres de Pamparaqay, Apurímac. Obra maestra del arcaico andino-peruano.

Parte II. Cebadapata y Llamachayoq Machay

Rainer Hostnig rainer.hostnig@gmail.com

 

RESUMEN

En esta segunda parte (ver parte I) del estudio sobre el arte rupestre arcaico del distrito de San Antonio Pamparaqay en Apurímac, Perú, se describen y analizan los paneles con pinturas rupestres de Cebadapata y Llamachayoq Machay, ubicados en la base de los acantilados de la meseta Pata, en la proximidad del sitio Iglesiamachay. Cebadapata destaca por la maestría en el diseño de camélidos naturalistas, de dimensiones más pequeñas que los de Iglesiamachay, así como por la existencia sincrónica y diacrónica de distintos patrones estilísticos. Tanto en este sitio como en el de Llamachayoq Machay, al otro lado de la meseta, la producción pictórica fue retomada en tiempos precolombinos más tardíos, adicionándose figuras esquemáticas de camélidos. Se incluye en el análisis uno de los paneles de Konkunhuiri, sitio rupestre al norte de la provincia Grau, por la presencia de un camélido de grandes dimensiones y decoración interior, similar al estilo de las figuras de Iglesiamachay.

Palabras Claves: Perú – Apurímac – Grau - Arcaico – Camélidos – Cérvidos – Pinturas rupestres - Iconografía.

 

 

ABSTRACT

 

This article is the second part of a study on archaic rock art in San Antonio district, Pamparaqay province, Apurímac department, Peru. The author describes and analyzes painted panels at sites Cebadapata and Llamachayoq Machay located near Iglesiamachay (which is dealt with in the first part of this study). Camelids depicted at Cebadapata reveal great artistic skill of the artists. Figures are smaller than in Iglesiamachay and distinct stylistic traditions occurred at the same time as well as in different periods. Rock art production at Cebadapata and Llamachayoq Machay were resumed in later times when schematic camelid figures were added.

Palabras Claves: Peru – Apurímac –Grau- Camelid and deer figures – Rock paintings - Iconography.

 

CONTINUACIÓN DE LA PARTE I

Los tres sitios rupestres arcaicos de Pamparaqay (Iglesiamachay, Cebadapata y Llamachayoq Machay) están ubicados en el sur de la meseta de Pata, en la base de los acantilados que bordea esta montaña de cumbre plana entre los ríos Oropesa y Paraqay. En el primer capítulo se describió el sitio de Iglesiamachay que sin lugar a dudas es el más importante e impresionante no sólo de la provincia Grau, sino incluso a nivel departamental. Le sigue en calidad pictórica el sitio Cebadapata, mientras que las pinturas arcaicas de Llamayoq Machay al otro lado de la meseta, que alguna vez deben haber llamado la atención por los colores y precisión anatómica de los camélidos representados, se encuentran hoy en día en avanzado estado de deterioro y en gran parte irreconocibles. En la siguiente imagen satelital de Google Earth se muestra la distribución espacial de los tres sitios.

 

Fig. 1: Ubicación de los tres sitios rupestres arcaicos alrededor de la meseta Pata

 

EL ABRIGO DE CEBADAPATA

A una distancia de aproximadamente 1 km en línea recta desde el abrigo de Iglesiamachay y a casi la misma altura sobre el nivel del mar (3600 m), se encuentra el sector de Cebadapata (fig. 02). Allí, la pared rocosa del farallón de la meseta de Pata ha sido erosionada cerca de la base formando una depresión poco profunda que se extiende sobre unos 100 m lineales. El nombre de Cebadapata indica que se trata de un sector de cultivo y trillado de este grano.

 

Fig. 2: Ubicación del sitio Cebadapata (Foto cortesía Gustavo Rodríguez)

Los primeros en documentar fotográficamente el sitio de Cebadapata fueron los señores Gustavo Rodríguez e Iván Soto Pareja, ambos oriundos de San Antonio Pamparaqay. El segundo divulgó algunas fotos de las pinturas de Iglesiamachay y Cebadapata en la página web my.opera.com (1). El autor de este artículo conoció el sitio recién en su segunda visita a Pamparaqay, el 9 de diciembre de 2006. En esta ocasión se aprovechó el tiempo para realizar un registro fotográfico exhaustivo usando una cámara digital Nikon X90. La documentación no resultó fácil debido a la gran altura de la mayoría de las pinturas dentro del panel, por lo que se tuvo que hacer uso de un teleobjetivo.

Como en la parte I, sobre las pinturas rupestres de Iglesiamachay se aplicó el software Decorrelation Stretch-ImageJ (en adelante programa D’Stretch) en varias fotografías, con el propósito de mejorar las imágenes y de resaltar detalles de las figuras que no son visibles a simple vista. Para la ilustración del texto se utilizaron también algunas fotografías proporcionadas por Gustavo Rodríguez cuando éstas capturaron mejor las imágenes. Los dibujos que acompañan el texto, fueron confeccionados por el autor en base a las fotos mejoradas.

 

DISTRIBUCIÓN DE LAS PINTURAS

Las pinturas rupestres de Cebadapata están distribuidas en varios paneles a lo largo de unos 30 m lineales. En su mayoría ocupan la parte alta de la pared, cerca de la curvatura del alero.

En el lado izquierdo del panel principal se encuentran pequeños paneles con algunos motivos zoomorfos aislados; estas figuras (camélidos y cérvidos) se distinguen de las del panel principal por un mayor grado de esquematismo y simplificación de las formas, por lo que se supone que pertenecen a un período posterior.

 

Fig. 3: Acantilado en el sector Cebadapata
Fig. 4: El alero con las pinturas

 

Panel 1 (Principal)

El panel principal y de mayor antigüedad está ubicado en el lado derecho del alero. Tiene un largo de 5 m, comienza a 3.7 m desde el suelo y llega a una altura de 5.7 m. Existen restos de pintura roja a una altura menor (entre los 2 y 2.5 m), pero ya no se reconocen los motivos representados debido al avanzado proceso de descamación de la roca en esta parte del farallón. La mayoría de los motivos que se han salvado de la destrucción en la parte alta de la pared, están dispuestos en una franja horizontal a lo largo del panel.

Como en el capítulo sobre Iglesiamachay, los motivos se indican mediante una combinación de letras y números. Las letras se refieren a la categoría del motivo y las cifras a la numeración correlativa de los motivos en cada una de las cuatro categorías determinadas. Ca se usa para camélidos, Ce para cérvidos, An para antropomorfos y Ge para geométricos. Se realiza la descripción de cada figura reconocible de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo.

 

Fig. 5: Distribución de figuras en el panel principal de Cebadapata

 

Ca-01: La figura más grande de Cebadapata es un camélido adulto ubicado en el extremo izquierdo del panel principal. Mide 85 cm de largo (naso-anal) y 20 cm de ancho de cuerpo. Su cuerpo es largo y las cuatro extremidades son bien modeladas. La cola es corta y levantada. De la cabeza sólo se conservan las dos orejas y dos pequeñas manchas de color rojo oscuro. La posición de las orejas indica que la cabeza fue pintada en posición frontal -como en el caso de tres figuras de cérvidos en el panel de Iglesiamachay- y el cuerpo de perfil. El o los artistas no aplicaron el color de manera homogénea en el interior del cuerpo sino lo llenaron de estrías oblicuas y verticales de color rojo violáceo oscuro que parecen estar mezcladas con estrías de color rojo más claro. El camélido está representado en actitud dinámica, con las extremidades posteriores flexionadas hacia atrás y las delanteras, bien delgadas, hacia adelante. Encima y en el lado inferior izquierdo de la figura se ha exfoliado la roca.

 

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Fig. 6a: Camélido grande en el extremo izquierdo del panel
Fig. 6b: Mejoramiento digital de la foto anterior con programa D’Stretch-ImageJ, canal de color “ lds”
Fig. 6c: Reconstrucción parcial del camélido Ca-01, sin indicación de las estrías

 

Ge-01: Debajo del vientre del camélido se distingue un conjunto de trazos ondulados y rectos (7a y b), pintados con el mismo color rojo violáceo oscuro que el camélido encima.

 

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Fig. 7a: Motivos lineales debajo del camélido Ca-01 (Foto procesada mediante D’Stretch-ImageJ, canal de color “Yds”)

Fig. 7b: Dibujo en base a fig. 7a

 

An/Ce-01: Inmediatamente detrás del camélido CA-02 y por lo visto relacionado con él, aparece una figura ambigua y de aspecto peculiar, entre humano y animal que lamentablemente se encuentra muy deteriorada. Con ayuda del mejoramiento digital de la imagen se buscó reconstruir su silueta y en la figura 8 se muestra el resultado que representa una aproximación a la figura original. El extraño ser posee algunos atributos corporales característicos de los cérvidos como los dedos hendidos de los pies y la cabeza alargada de la que se proyectan dos astas muy largas. Está parado sobre las extremidades posteriores que son muy delgadas y aparecen flexionadas. Por su forma y exceptuando las pezuñas hendidas, las extremidades se asemejan a las piernas de un ser humano. Con las extremidades delanteras que también podrían representar brazos humanos, el hombre-animal sostiene un palo largo, haciendo ademanes de golpear la parte trasera del camélido silvestre delante de él.

Es posible que se trate de un cazador camuflado de taruka y premunido de un arma contundente, con la que persigue a la presa para rematarla.

 

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Fig.8a: Figura híbrida, quizás un cazador camuflado de cérvido
Fig. 8b: Mejoramiento digital con programa DStretch-ImageJ, canal “lds”
Fig. 8c: Reconstrucción hipotética de la figura zoo-antropomorfa

Ca-02: Se trata de un camélido silvestre de cuerpo voluminoso, vientre pronunciado, cuello corto y delgado y cuatro patas delgadas que terminan en las características pezuñas hendidas del animal. De la cabeza sólo se ha conservado la parte superior. Parte de las orejas se ha perdido con la exfoliación de la roca. El camélido que mide 41 cm de largo naso-anal y 19 cm de alto (grupa), está representado en posición oblicua, con el cuello y cabeza hacia arriba y las patas delanteras levantadas como si estuviera a punto de dar un salto hacia adelante. El cuerpo del animal está contorneado mediante una línea de color violáceo y en el interior se distinguen manchas del mismo color combinados con estrías y manchas de color rojo claro. Las estrías de color violeta-rojo se han conservado mejor en los muslos de las patas traseras (figs. 9a y 9b).

 

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Fig. 9a: Camélido de torax ancho y patas delgadas
Fig. 9b: Mejoramiento digital con programa D’Stretch-ImageJ, canal “ lds”

Ca-03 y Ca-04: En el mismo nivel que las figuras anteriores, separado por unos 40 cm del camélido Ca-02, se puede apreciar una de las pinturas más bellas de Pamparaqay. Se trata de un camélido adulto orientado hacia la derecha (Ca-03), sobre el cual fue pintado otro camélido más pequeño en posición inversa (Ca-04). Por el desprendimiento de un pedazo de roca debajo del camélido grande se perdieron sus extremidades delanteras, pero el resto del cuerpo está intacto y muestra un animal pintado por un experto en el manejo del pincel y dotado de habilidades artísticas fuera de lo común.

El camélido grande, como todos los demás motivos figurativos del panel, es representado de perfil. Mide unos 67 cm de largo (naso-anal) y 22 de ancho de cuerpo. Sus proporciones son anatómicamente correctas y pintadas con gran maestría. Está representado en posición de carrera, con el cuello y la cabeza estirados, las orejas dobladas hacia atrás. Las extremidades posteriores terminan en pies con dedos hendidos.

Lo que llama la atención del observador es el grado de detalle de la cabeza del animal. Tiene el hocico semi-abierto, el labio superior pronunciado y la nariz bien perfilada. El autor lo considera una de las representaciones más hermosas de un camélido silvestre en el arte rupestre de los Andes peruanos. Este modo descomunal de representar la cabeza del animal se repite en los camélidos Ca-07 y Ca-08, aunque estas figuras son de dimensiones mucho más pequeñas (fig. 12). Superpuesto sobre parte de la cola del camélido fue pintado en épocas posteriores un motivo abstracto de color rojo, compuesto de 11 líneas horizontales verticales unidas por una línea horizontal, de 19 cm de ancho y 10 de largo.

El cuerpo del camélido está remarcado mediante una línea de contorno de color rojo oscuro. El interior de la silueta está pintado de un color rosado muy tenue. Hay manchas de color rojo oscuro en el área de la barriga y en la parte delantera del animal donde sobrepasan la línea de contorno del cuello. Es probable que sean los restos de una figura desaparecida.

La figura Ca-04 corresponde a un camélido de tamaño menor. Mide 33 cm de largo y está pintado encima del cuerpo del camélido grande, pero orientado hacia la izquierda. Tiene el cuello largo y delgado, el tórax muy pronunciado, cuatro extremidades esbeltas, las posteriores flexionadas y estiradas hacia atrás, dando la impresión de un animal en plena carrera. La cabeza también está modelada de manera bastante realista. Tiene las orejas paradas y el hocico abierto. En sus detalles morfológicos y posición es muy similar al camélido Ca-05 y debe ser obra del mismo pintor.

La superficie de la pared rocosa que sirvió de soporte para estas figuras, parece haber sido pulida previo a la ejecución de la pintura. Lamentablemente, en tiempos recientes alguien ha destruido la parte inferior del camélido grande con una herramienta cortante quizás en el intento de desprender la capa de la roca sobre la que fueron plasmadas las figuras.

 

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Fig. 10a: Superposición de camélido sobre otro más grande.

Fig. 10b: La misma imagen mejorada digitalmente mediante programa D‘Stretch-ImageJ, canal de color “ lds”

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Fig. 10c: Bosquejo de las figuras superpuestas en base a la fotografía anterior, omitiendo las manchas de color rojo
Fig. 11: Detalle de la cabeza del camélido grande
con silueta de la nariz y hocico.

 

Ca-05, Ca-06, Ca-07, Ca-08: En el lado superior derecho del panel los artistas del Arcaico plasmaron tres camélidos silvestres pintados de color rosado y contorneados mediante un trazo de color rojo oscuro. Están corriendo uno tras otro hacia la izquierda del observador (fig. 12a/b). Son de cuello delgado y largo, cuerpo voluminoso, vientres pronunciados y las cuatro extremidades bien conformadas, terminando en pezuñas hendidas. Las dos orejas están pegadas la una a la otra. En cuanto a la cabeza de los camélidos, el artista se esmeró en retratarla lo más detallado posible. Si bien carecen de ojos, tienen la nariz y labios bien perfilados, similares a los dos camélidos Ca-03 y Ca-04.

El primer camélido en el lado izquierdo (Ca-05), de cuello erguido, es con 31 cm de largo naso-anal y 22 cm de altura de grupa algo más pequeño que el que le sigue en el lado derecho. Este mide 49 cm de largo y 29 cm de alto. Por su posición oblicua, el cuello estirado hacia adelante y la parta trasera elevada, este segundo camélido parece estar corriendo cuesta abajo. Un trazo recto de rojo oscuro está pintado en medio del muslo de la pata delantera. Quizás represente un dardo incrustado cerca del corazón del animal.

En ambos camélidos, la parte posterior de los animales ha sido afectada por la exfoliación de la roca, por lo que ya no es visible la cola de los animales.

A pocos centrímetros encima y hacia la izquierda de la figura Ca-06 se ha podido detectar los restos de un cuadrúpedo que por la forma de las patas parece representar otro camélido silvestre (Ca-07) de cuerpo muy esbelto y patas finas (fig. 13). Los muslos de las patas traseras están llenados de estrías. Y hacia la derecha y algo más abajo del segundo camélido existe la silueta difusa de un cuarto camélido (Ca-08) con características similares a los camélidos Ca-05 y Ca-06, pero en estado muy avanzado de deterioro, haciendo imposible su reconstrucción mediante el dibujo.

 

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Fig. 12a: Dos camélidos de cuellos delgados y cuerpos abultados en posición de carrera

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Fig. 12b: Dibujo de camélidos Ca-05 y Ca-06
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Fig. 13: Parte inferior del camélido Ca-07.

 

Ca-09, Ca-10 y Ca-11: En el mismo nivel que los camélidos Ca-03 y Ca-04, algo más hacia la derecha y debajo de los dos camélidos Ca-05 y Ca-06 aparece un camélido silvestre de color rojo oscuro que está representado con el cuello fuertemente inclinado, con la cabeza casi tocando el suelo imaginario como si estuviera comiendo pasto, aunque la posición de las extremidades posteriores más bien está indicando animación (Ca-09, fig. 15a/b). Tiene 40 cm de longitud naso-anal y 21 cm de alto de grupa. El cuerpo está decorado con estrías paralelas verticales, imitando la fibra del vellón. La parte superior del cuerpo se encuentra afectada por la erosión de la capa superficial de la roca. Sin embargo, el resto del animal permite reconstruir las partes faltantes.

Delante del camélido se puede apreciar los restos de un cuadrúpedo (Ca-10), que posiblemente represente uno camélido algo más pequeño, y entre sus patas traseras y hacia la derecha el fragmento de otro animal de extremidades muy delgadas (Ca-11). El mal estado de conservación de ambos no permite su reconstrucción.

 

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Fig. 14: Figuras de camélidos en sucesión vertical en el lado derecho del panel principal. (Foto cortesía Gustavo Rodríguez)

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Fig.15a: Restos de camélidos Ca-09 (centro.), Ca-10 (izq.) y Ca-11 (extremo derecho)
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Fig.15b: Reconstrucción del camélido grande y de una parte del cuadrúpedo pequeño en el lado derecho, en base a la fig. 15a

Ca-12 y Ca-13: A pocos centímetros por debajo de los motivos anteriores y hacia la izquierda se encuentran las figuras de dos camélidos superpuestos, de color rojo oscuro (fig. 16a/b/c). El camélido en el primer plano es de vientre pronunciado y extremidades esbeltas (Ca-12). Se ha borrado la parte delantera del animal, por lo que no se reconocen el cuello y la cabeza. Los miembros posteriores son notablemente más altos que los delanteros e inclinados ligeramente hacia atrás. Las cuatro patas terminan a la altura de una fractura de la roca y es probable que el o los pintores hayan usado este quiebre en la roca para insinuar el suelo. Extraña una banda ancha libre de pigmentos que se inicia debajo de la línea de contorno del lomo, atraviesa el centro del cuerpo del animal y se prolonga hacia más abajo de la línea del vientre.

El cuerpo del camélido está superpuesto sobre otro más pequeño, del que sobresalen el cuello y la cabeza, así como la línea gruesa del lomo (Ca-13). Ambos animales están dirigidos hacia la izquierda.

Delante del camélido grande, en primer plano, fueron pintadas en tiempos posteriores varias líneas de color rojo claro.

 

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Fig. 16a: Camélido de cuerpo voluminoso, superpuesto sobre otro más pequeño
Fig. 16b: Mejoramiento digital con programa D’Stretch-ImageJ, canal de color “ lds”

Fig. 16c: Dibujo en base a la fig. 16b

Ca-14, Ca-15, Ca-16, Ce-01: En el lado inferior derecho del panel, debajo de los camélidos Ca-12 y Ca-13, se aprecia un conjunto enmarañado de figuras zoomorfas que se sobreponen parcialmente y que se encuentran en proceso de desintegración por causas naturales y antrópicas (fig. 17a-c). A primera vista sólo se distingue con claridad en el lado izquierdo la silueta de la parte delantera de un camélido, de cabeza agachada (Ca-14). Del color rojo oscuro con el que los artistas habían llenado su cuerpo, ya sólo se conserva un pedazo en la parte del pecho y del tórax. La pintura del cuello, de la cabeza y de las extremidades se ha desprendido. Estos detalles del cuerpo se reconocen ahora sólo por su silueta. El camélido está superpuesto sobre otro del que sólo se han conservado las extremidades posteriores (Ca-15).

En el lado derecho de los dos camélidos superpuestos hay la figura de un cuadrúpedo de color crema, de cuerpo extremamente largo orientado hacia la derecha. En la parte delantera, el cuerpo termina en una pequeña cabeza, siendo el cuello corto y ancho. Las dos orejas son cortas y redondeadas. Representa, en opinión del autor, una hembra de cérvido (Ce-01). El interior del cuerpo está decorado con líneas paralelas oblicuas y en la parte delantera, con alineamientos de puntos. La parte trasera del animal está superpuesto sobre el tercio posterior de los dos camélidos antes descritos. Como en los camélidos Ca-03, Ca-04, Ca-05 y Ca-06, el artista ha provisto la cabeza con el detalle facial del hocico mediante una corta línea recta. Es la única figura cuyo estilo se aleja del naturalismo en la configuración del cuerpo.

En la parte delantera, el cérvido está superpuesto sobre un cuadrúpedo de pequeñas dimensiones (probablemente un camélido) del cual sólo quedan las extremidades posteriores y delanteras, la cola y parte del cuerpo (Ca-16). Cuello y cabeza han quedado cubiertos por el cuello y el pecho del cérvido superpuesto.

 

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Fig. 17a: Múltiples superposiciones de camélidos y un cérvido
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Fig. 17b: Múltiples superposiciones de camélidos y un cérvido.

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Fig. 17c: Dibujo de la foto 17b, con omisión del fragmento del cuadrúpedo subyacente en el extremo derecho

 

PANEL 2

A una distancia de aprox. 10 m hacia la izquierda del panel principal comienza una serie de pequeños paneles (los pintores aprovechaban las escasas partes planas de la pared rocosa) con figuras de camélidos y cérvidos de trazo lineal, estilísticamente muy diferentes de los del panel principal.

En el panel 2 se identificaron restos de una pintura de un camélido de trazo lineal con línea de contorno de color azul oscuro, de estilo naturalista (fig. 18). Se desplaza hacia la izquierda, tiene el vientre pronunciado y las patas delanteras ligeramente flexionadas, terminando en pezuñas hendidas. Toda la parte superior del cuerpo ha sido destruida por alguien que trató de desprender una placa de la roca con la figura. Debajo de los pies se observan todavía las huellas del instrumento cortante utilizado.

 

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Fig. 18a: Fragmento de figura de camélido con línea de contorno de color azul oscuro

Fig. 18b: Foto original procesada mediante canal D’Stretch-ImageJ, canal de color “lds”

Fig. 18c: Restos de un camélido en el panel 2.

 

PANEL 3

A corta distancia del panel 2 aparecen otros dos camélidos silvestres de color blanco (fig. 19). Ambos se encuentran muy deteriorados y sólo se han conservado algunas partes de sus cuerpos. Se distinguen por su tamaño y técnica de ejecución. El camélido del lado superior izquierdo, ejecutado mediante la técnica de tinta plana, está representado corriendo hacia la derecha del observador. Es de cuerpo voluminoso mientras que las dos extremidades delanteras son muy delgadas. El cuello, la cabeza y el tercio posterior del animal se han borrado. Esta figura pertenece estilísticamente a las del panel principal.

Hacia la derecha se puede reconocer la parte delantera de un camélido o cérvido de trazo lineal de color blanco. Se han conservado las patas delanteras que terminan en pezuñas hendidas, el cuello grueso y relativamente corto y parte de la cabeza con lo que pueden ser orejas o dos astas pequeñas. El interior del cuello está adornado con pequeños triángulos seriados, adheridos a la línea superior de contorno. El cuerpo del animal está cubierto de líquenes de color gris.

 

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Fig. 19a: Fragmento de camélido de trazo lineal de color blanco y camélido de tinta plana del mismo color en el lado superior izquierdo. (Foto cortesía Gustavo Rodríguez)

Fig. 19b: Foto original procesada a mediante D’Stretch-ImageJ, canal de color “lab_inv”

Fig. 19c: Dibujo de la figura 19b

 

PANEL 4

Este panel se encuentra a unos 10 m de distancia del panel principal. Contiene dos camélidos de trazo lineal de estilo naturalista, pero de dimensiones más pequeños y de forma más sencilla que los camélidos del panel principal (fig. 20). Ambos animales están representados con dos orejas y patas muy delgadas, ligeramente flexionadas, desplazándose hacia la derecha del observador. El primero es de color anaranjado y la línea de contorno ha sido remarcada en tiempos recientes mediante una tiza de color rojo. El camélido que le sigue en el lado izquierdo es de color amarillo y tiene un cuello muy delgado y prolongado.

 

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Fig. 20a: Dos camélidos de trazo lineal, en posición ascendente.

Fig. 20b: Foto original procesada mediante canal D’Stretch-ImageJ, canal de color “Yds”

Fig. 20c: Dibujo aproximado de los camélidos del panel 4.

 

PANEL 5

Separado de las figuras del panel 4 se distingue la silueta, orientada hacia la derecha, de un cérvido macho, probablemente de la especie Hippocamelus antisensis o “taruka”. Tiene el cuerpo delineado mediante un trazo grueso de color blanco. Sólo se conservan las extremidades posteriores que fueron rellenadas de color. La línea del abdomen y las patas delanteras se han borrado. La cabeza está coronada con cuatro astas prominentes. La figura ha sido pintarrajeada mediante un colorante rojo.

 

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Fig. 21a: Silueta de taruka macho. Sin relleno del interior.

Fig. 21b: Dibujo de la figura 21a

 

PANEL 6

En el panel 6, que se encuentra a tres metros de altura desde el suelo, fueron pintados en el lado izquierdo dos pequeños camélidos esquematizados, de trazo lineal, con cuatro patas, así como varios conjuntos de líneas paralelas verticales, oblicuas, unidas por otras horizontales (fig. 22). En el lado derecho se distinguen cuatro cuadrúpedos, de los cuales tres quizás representen camélidos, mientras que no es posible identificar el cuarto animal del que sólo se ha conservado la parte inferior debido al descamado de la roca. Los cuatro animales tienen el interior del cuerpo decorado con estrías.

 

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Fig. 22a: Panel 6 con camélidos de estilo poco elaborado, algunos de ellos con un leve toque caricaturesco.

 

PANEL 7 y 8

De tiempos prehispánicos probablemente tardíos datan dos paneles pequeños con petroglifos, ubicados a pocos metros del panel principal de las pinturas (figs. 23 y 24). En el panel 7 se identificó una docena de figuras de camélidos pequeños grabados en la roca blanda de toba volcánica de color gris claro. Los animales, muy simplificados, son representados de perfil, con dos patas verticales y rectas, el cuerpo igualmente formado por una línea recta, horizontal o ligeramente ascendente hacia el cuello. El cuello es largo e inclinado hacia adelante. Por la forma geometrizada de los camélidos se supone que se trata de animales domesticados componiendo un rebaño de llamas o alpacas. Los camélidos más grandes deben representar llamas o alpacas adultas y las pequeñas sus crías.

En el panel 8, los grabados consisten de líneas rectas y quebradas, algunas de ellas entrecruzadas. En el lado derecho se distinguen dos depresiones circulares. Ambos paneles con grabados se encuentran sobre placas sobresalientes de la roca.

 

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Fig. 23: Grabados de camélidos altamente esquematizados en el panel 7(Foto cortesía Gustavo Sánchez)

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Fig. 24: Grabados rectilíneos y depresiones circulares en el panel 8

 

EL ABRIGO DE LLAMACHAYOQ MACHAY

El sitio Llamachayoq Machay (Sánchez 1999a:40; 1999b:59, 111) se ubica en la margen derecha de la quebrada de Paraqhay, un angosto valle interandino atravesado por el río del mismo nombre que nace en las alturas de Virundo y desemboca en el Oropesa bordeando la meseta de Pata. Paraqhay es un anexo del distrito vecino de Pataypampa. La quebrada es de clima templado y produce una variedad de maíz conocido con el nombre quechua de paraqhay, que significa maíz blanco y suave (Elguera, 1999:65).

El abrigo rocoso con las pinturas rupestres se encuentra a 3463 msnm, a sólo 600 m en línea recta del sitio Iglesiamachay, en la base del acantilado de la meseta de Pata, en el lado suroeste. El abrigo mide 7.3 m de largo de canto a canto y 4 m de profundidad. Sirve de refugio para el ganado bovino que pastorea en este sector.

 

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Fig. 25: Abrigo de Llamachayoq Machay visto desde la margen izquierda de la quebrada de Paraqhay

El panel con las pinturas rupestres comienza a 2.2 m desde el suelo y llega hasta una altura de 3.6 m. Se extiende sobre 6.3 m de largo y 1.4 m de alto, cubriendo un área de 8.8 m². Llegando al abrigo, saltan a la vista en primer lugar las numerosas figuras de camélidos pequeños (llamas y/o alpacas) de diferentes colores. Predominan los de color blanco, pero también los hay en beige, naranja y rojo. Son todas de estilo muy esquematizado y deben pertenecer a épocas precolombinas tardías. Muestran diferentes grados de deterioro por el desprendimiento de la capa de pintura (fig. 26).

Las pinturas que interesan para fines de este artículo se encuentran en la parte superior del panel, donde a primera vista sólo se distinguen manchas de color rojo y negro. Mirando con más detenimiento se puede discernir siluetas y restos de figuras que parecen ser grandes camélidos muy similares en cuanto al estilo de representación a los de Iglesiamachay al otro lado de la meseta. El grado avanzado de deterioro de estas imágenes por agentes naturales hace imposible cualquier intento de reconstruirlos mediante dibujo o calco. Mediante la aplicación del programa D-Stretch, sin embargo, se ha podido reconocer algunos detalles que se esconden a simple vista.

Las figuras representan camélidos silvestres de estilo naturalista y en diferentes tonalidades de rojo y en color negro. Existen múltiples superposiciones de animales de diferentes tamaños, entre 40 y 70 cm de largo (pecho-cola). No se han conservado sus cuellos y cabezas, pero sí las extremidades y parte del cuerpo. Tienen las extremidades bien desarrolladas, con indicación de los muslos y dedos hendidos. En el lado derecho del panel se puede observar tres superposiciones de camélidos: uno rojo (41 cm de largo: cola-pecho) sobre otro de color negro que a su vez está superpuesto sobre uno de color rojo. En el lado izquierdo se distingue un camélido blanco que mide 68 cm de pecho a cola.

Los camélidos representados no parecen estar asociadas a figuras humanas y corresponden al típico estilo naturalista de los Andes centrales descrito por Guffroy (1999, 2006).

 

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Fig. 27a:Restos de pinturas de camélidos superpuestos

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Fig. 26: Comuneros de Paraqay frente al panel de Llamachayoq Machay.

Fig. 27b: Foto anterior mejorada mediante D’Stretch-ImageJ, canal de color, yds.

 

LA CUEVA DE QONQUNHUIRI

A unos 30 km de distancia a vuelo de pájaro hacia el norte de Iglesiamachay se encuentra la comunidad de Pichibamba, que pertenece al distrito de Mariscal Gamarra de la provincia de Grau. En 2006, el autor recibió noticias de parte del arqueólogo Omar Gallegos y un colega suyo sobre el hallazgo de una cueva con pinturas en la parte alta de la comunidad durante una prospección arqueológica en el marco del proyecto Qhapaq Ñan. El Sr. Gallegos tuvo la gentileza de compartir varias fotografías de la cueva y de las pictografías entre las cuales destacaba la figura de un gran camélido. Meses más tarde, Jessica Aquino, hija de una comunera de Pichibamba y estudiante de la Universidad Nacional San Antonio Abad, aportó con material fotográfico adicional sobre el mismo lugar.

 

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Fig. 28: Entrada a la cueva de Qonqunhuiri (Foto cortesía Omar Gallegos)

Las imágenes quedaron archivadas en el banco de fotografías del autor durante varios años. Al someterlas, para fines de este artículo, al mejoramiento digital mediante el programa D-Stretch-ImageJ, saltó repentinamente a la vista la decoración en el interior del cuerpo del camélido, cuyo tamaño –un estimado de 110 cm de largo (pecho-cola) y 55 cm de altura de grupa- es comparable con él de las figuras grandes de Iglesiamachay. En la fotografía lamentablemente no se distinguen la cabeza y las extremidades delanteras.

El cuerpo del animal, con la línea dorsal curvada, tiene forma ovalada y oblonga. Está pintado de color rojo oscuro, que se alterna a manera de un damero, con casillas cuadrangulares y rectangulares de color negro que llenan el interior del cuerpo, desde las ancas hasta el pecho. Sólo las dos extremidades traseras, algo cortas y delgadas en proporción con el largo y grueso del cuerpo, están representadas en tinta plana. El animal está en posición de descenso, con las patas ligeramente arqueadas hacia atrás, la cola separada del cuerpo y curvada hacia abajo. Al no disponer de una fotografía panorámica del panel, no sabemos si el camélido forma parte de una escena o si se trata de un motivo aislado. Por su tamaño, forma naturalista y decoración del interior del cuerpo, pertenece al estilo de Iglesiamachay.

 

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Fig.29a: Camélido de grandes dimensiones con diseño ajedrezado en el interior del cuerpo (Foto cortesía Omar Gallegos)

Fig. 29b: Foto anterior mejorada digitalmente mediante. D’Stretch-ImageJ, canal de color “crgb”

Fig. 29c: Dibujo aproximado del camélido de Qonqunhuiri

 

ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LAS PINTURAS

Por la escasa protección de los paneles de Cebadapata contra los agentes meteorológicos como las precipitaciones, el viento, la insolación y las diferencias de temperatura, pero también contra actos de vandalismo por la accesibilidad de los paneles, estos se encuentran en estado muy avanzado de deterioro. Como se ha podido apreciar en las fotografías publicadas en este artículo, la mayoría de las pinturas están severamente dañadas, tanto por la intervención humana como por la exfoliación de la roca. Hay figuras pintarrajeadas en el panel del extremo izquierdo, donde se observan también restos de figuras que parecen haber sido semi-destruidos en el intento de extraer placas de roca con las pinturas.

En el abrigo de Llamachayoq Machay, a pesar de estar el panel con las pinturas del Arcaico fuera del alcance de las manos de los visitantes, las figuras se encuentran sumamente desvaídas y varias de ellas de difícil identificación debido a las numerosas superposiciones de imágenes, con pocas posibilidades de poder recuperar sus siluetas de manera completa.

 

ANÁLISIS COMPARATIVO Y CRONOLOGÍA

Emplazamiento al aire libre

Los paneles de Cebadapata se encuentran ubicados en paredes rocosas al aire libre, mientras que las pinturas de los sitios Iglesiamachay y Llamachayoq Machay cubren las paredes interiores de abrigos rocosos de varios metros de profundidad. La ubicación de estos tres sitios rupestres arcaicos en la base de los farallones que rodean la meseta de Pata en el límite superior del piso ecológico quechua y no en el de puna, el hábitat preferido de los camélidos silvestres, se explica quizás por la preferencia de los antiguos cazadores de establecer su residencia permanente en zonas más bajas (decisión probablemente también influenciada por la ausencia de refugios adecuados en la zona de puna). Parece que las mesetas como accidentes geomorfológicos poco frecuentes en esta parte de Apurímac, por su ubicación entre dos ríos y su superficie plana, desde tiempos muy remotos han estado imbuidas de sacralidad y que el carácter religioso de la meseta de Pata se haya intensificado con el tiempo. Lo evidencian, como ya se mencionó en la primera parte de este artículo, los numerosos paneles de petroglifos y pinturas rupestres, nichos para fines funerarios y rituales, así como afloramientos rocosos con talladuras halladas en el entorno de esta formación geológica.

Distribución numérica de figuras

Como en Iglesiamachay, también en Cebadapata son los camélidos los protagonistas del panel principal y de la mayoría de los demás paneles. Representan el 83% del total de los motivos figurativos frente al 56% en Iglesiamachay. En el panel principal se contabilizó un total de 16 camélidos (completos y fragmentos de posibles camélidos) y un cérvido, aparte de una figura posiblemente antropomorfa camuflada de cérvido. No se registraron felinos, aves u otros animales. La baja frecuencia de figuras humanas comparte Cebadapata con los demás sitios descritos en este trabajo. Si bien en Iglesiamachay su número es considerablemente mayor, éstas en su gran mayoría (16 de un total de 17) no pertenecen a las pinturas más antiguas del sitio, sino a épocas precolombinas más tardías (cuadro 1).

Los elementos no icónicos del sitio se limitan a conjuntos de trazos lineales de color rojo claro que se sobreponen en varios casos a las figuras antiguas.

Cuadro 1: Distribución numérica de motivos figurativos de los sitios Iglesiamachay y Cebadapata (panel principal)

 

Patrones estilísticos

Las pinturas del panel principal de Cebadapata se distinguen de las más antiguas de Iglesiamachay y Llamachayoq Machay principalmente por el tamaño considerablemente más reducido de las figuras zoomorfas.

El tamaño de los camélidos varía entre 19 cm y 84 cm de largo naso-anal, pero la mayoría no pasa de los 40 cm de largo (cuadro 2). El único cérvido del panel principal escapa del patrón naturalista de representación (con proporciones anatómicas correctas) por tener el cuerpo desproporcionadamente largo y patas muy cortas.

Cuadro 2: Medidas de los camélidos y del cérvido del sitio Cebadapata

Otra particularidad de las figuras zoomorfas de Cebadapata es el detalle en el diseño de las cabezas de los camélidos que están provistas de dos orejas y atributos faciales como labios y nariz (fig. 30:a-f), siendo la cabeza más expresiva la del camélido de la figura 30-a, que tiene la boca abierta y las dos orejas dobladas hacia atrás. En los camélidos en los que se conservaron las extremidades completas, se distinguen los dedos hendidos de los pies y es de suponer que la representación de este detalle anatómico, al formar parte del canon estilístico de la zona, era generalizada.

Otros elementos estilísticos de este canon son:

  • el uso de la perspectiva torcida, cabeza de perfil y eventualmente de frente;
  • La combinación de las técnicas de trazo lineal y de tinta plana de las figuras empleando colores diferentes (por ende el uso de la bicromía) para la línea de contorno y el relleno del cuerpo de los animales y
  • En algunos animales la aplicación de estrías para imitar el vellón de los camélidos generando al mismo tiempo la impresión de plasticidad.

 

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a: CA-04

b: CA-05

c: CA-6

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d: CA-04

e: CA-03

f: CA-09

Fig. 30: Formas de cabezas de los camélidos del panel principal de Cebadapata

En Cebadapata, la bicromía se limita al uso de diferentes tonalidades de rojo en la ejecución de algunas de las figuras. En los camélidos Ca-03, Ca-04, Ca-05 y Ca-6, el color rojo oscuro fue usado para la línea de contorno y el rosado para el relleno del cuerpo. En el camélido Ca-02, la línea de contorno del animal es de color violáceo oscuro, mientras que para el relleno del interior del cuerpo, los artistas usaron tanto el color violáceo como un color rojo más claro. En la figura del cérvido se aplicó una pintura de color beige al interior del cuerpo, mientras que la línea de contorno y la decoración del interior (líneas oblicuas y puntos) son de color rojo. En los paneles secundarios se observa el uso de pigmentos amarillos, anaranjados, azul y blanco.

Comparado con Iglesiamachay, muy pocas figuras zoomorfas del panel principal de Cebadapata llevan diseños al interior. Estos se limitan al estriado y en el caso de cérvido a líneas oblicuas paralelas, cruzadas y a la agrupación de puntos.

Aspecto compositivo

Las figuras del panel principal de Cebadapata, igual que las de Iglesiamachay, aparecen yuxtapuestos sin obvia relación entre ellas, si exceptuamos los dos camélidos (Ca-05 y Ca-06) en el lado derecho superior del panel que corren uno tras otro y el camélido Ca-02 al que sigue una figura humana disfrazada de cérvido, armado de un palo.

Llama la atención la ubicación de la mayoría de las figuras a lo largo de una franja horizontal estrecha y elevada de la pared rocosa y en el lado derecho del panel la disposición de los motivos en sucesión vertical. Debido al proceso avanzado de erosión de la roca no es posible establecer si este ordenamiento es intencional o si representa solo los restos de un panel y una composición pictórica mucho más extensa.

En cuanto a la orientación de los animales no hay una tendencia clara como en Iglesiamachay. De los 17 animales identificados, cinco están orientados hacia la derecha y nueve hacia la izquierda. En tres de ellos no se pudo establecer el direccionamiento del cuerpo por el grado de deterioro de la figura.

Cronología

El estilo naturalista de las representaciones zoomorfas y el dinamismo de las figuras son los principales criterios usados para la atribución temporal de las pinturas del panel principal de Cebadapata al Arcaico. Si bien las dimensiones de los camélidos de Cebadapata son más pequeñas que los camélidos asignados por Guffroy (1999) al estilo naturalista de “los Andes del centro” y atribuidos al Arcaico Tardío, es de suponer, por el grado de animación de las figuras y el diseño realista de los animales, que los de Cebadapata son de una antigüedad similar, quizás ligeramente posteriores a las pinturas grandes de Iglesiamachay.

Las superposiciones de figuras parecen haber sido hechos en lapsos menos largos que en Iglesiamachay, donde figuras geométricas y antropomorfas de épocas precolombinas tardías se encuentran superpuestos sobre los paneles antiguos. En Cebadapata, la profundidad de tiempo en la producción pictórica no se manifiesta tanto por las superposiciones de figuras sobre el panel antiguo, sino por la ejecución de nuevos paneles separados del panel principal. Las figuras de camélidos y cérvidos de trazo lineal, sin relleno del cuerpo y de dimensiones más pequeños, de un estilo naturalista marcadamente diferente al de las figuras del panel principal, demuestra un prolongado uso cultural del sitio de Cebadapata que se extendió desde el Arcaico hasta tiempos precolombinos más tardíos.

Los petroglifos de camélidos de estilo lineal y altamente geometrizado, registrados fotográficamente por Gustavo Rodríguez en 2009 entre el panel principal y los paneles secundarios, deben ser de tiempos precolombinos más recientes y son una muestra de la continuación de la producción rupestre por sociedades agropastoriles asentadas en el valle del río Oropesa.

 

COMENTARIO FINAL

Cebadapata no tiene la monumentalidad de Iglesiamachay en cuanto a las características geomorfológicas del lugar y en cuanto al tamaño de los camélidos representados. El sitio, sin embargo, puede ser considerado el segundo más interesante de la provincia de Grau, principalmente por la calidad artística del diseño de los camélidos silvestres y el gran detalle en la configuración de determinados atributos anatómicos de los animales. El camélido Ca-03, con su cabeza hermosamente modelada, representa un legado artístico extraordinario y una de las más destacadas obras pictóricas del Arcaico de los Andes peruanos.

 

AGRADECIMIENTO

A Gustavo Sánchez, oriunda de San Antonio Pamparaqay, por compartir conmigo sus fotografías de la meseta Pata y a Omar Gallegos por las imágenes del sitio Konkunhuiri. A Matthias Strecker y a mi esposa Rosa Ana Hostnig, por la revisión y corrección del manuscrito y las siempre valiosas sugerencias.

 

NOTA

1) http://my.opera.com/apuivan/albums/show.dml?id=6892952.

 

¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com

Cómo citar este artículo:

Hostig, Rainer. Las pinturas rupestres de Pamparaqay, Apurimac, Perú. Obra maestra del Arcaico Andino-Peruano. Parte II. Cebadapata y Llamachayoq Machay.
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/cebadapata.html

2013

 

BIBLIOGRAFÍA

 

ELGUERA B., César N.

1999      Topónimos del distrito de San Antonio. En: Libro de Oro de Pamparaqay. Imagen e historia de San Antonio, Grau-Apurímac. pp. 60-69, Cusco

 

GUFFROY, Jean

1999      El arte rupestre del antiguo Perú. Tomo 12 de la serie “Travaux de l’Institut Francais d’Etudes Andines”. IFEA, IRD, Lima

2006      Estilos, complejos y tradiciones: elementos para una tipología del arte rupestre peruano. Ponencia presentada en el II Simposio Nacional de Arte Rupestre en Trujillo, 27.10-30.11.2006, Trujillo, Perú

 

HOSTNIG, Rainer

2012      Las pinturas rupestres de Pamparaqay, Apurímac. Obra maestra del Arcaico andino-peruano. Parte 2. Cebadapata y Llamachayoq Machay.

http://www.rupestreweb.info/Pamparaqay1.html

 

SANCHEZ G., R.

1999a   Espacio y representaciones religiosas en Pamparaqay. Libro de Oro de Pamparaqay. Imagen e historia de San Antonio, Grau-Apurímac, pp. 39-59. Cusco

1999b   Wakas y Apus de Pamparaqay. Estructuras simbólicas en la tradición oral de Grau – Apurímac. 284 p., ilus., fotos, Optimice Editores, Lima.