Gestión turística para la conservación del
patrimonio rupestre y ruinas prehispánicas

José Luis Gerónimo Rodríguez. joseluis_ger@hotmail.com

 

Resumen

La gestión turística del patrimonio cultural es la aplicación de conocimientos específicos para la adecuación de bienes de patrimonio cultural en recursos turísticos. En este caso nuestro punto de partida es, en razón de sitios con arte rupestre y ruinas de origen prehispánico, la conservación de los mismos y la preservación del espíritu que representan. Combinado con el hecho de que el patrimonio vive una creciente presión para ser adaptado a un uso turístico, relacionado con el progresivo aumento del turismo “cultural”, o bien de sitios turísticos sin previos estudios de sustentabilidad. La utilización de algunos instrumentos básicos permitirá que los procesos de interacción entre el sector turístico y el sector del patrimonio cultural permitan, no sólo encontrar el equilibrio entre ambos, sino mejorar el rendimiento de los dos sectores.



Introducción

La gestión turística del patrimonio cultural podría definirse como la aplicación de conocimientos específicos para la conversión de bienes de patrimonio cultural en recursos turísticos. Los conocimientos pueden provenir de disciplinas vinculadas a diversos campos de la gestión como ser: dirección de empresas, gestión financiera, gestión de recursos humanos, otras específicas del turismo como: la gestión de destinos, la planificación turística, la gestión de organizaciones turísticas, la promoción turística. Cuyo objetivo principal es: preservar la herencia, en este caso el patrimonio con arte rupestre y ruinas de origen prehispánico, una vez que esto se ha garantizado, es posible relacionar el bien en un contexto social y económico más amplio (turismo).



Gestión cultural

Debemos entender a la Gestión Cultural, como el conjunto de estrategias utilizadas para facilitar un adecuado acceso al patrimonio cultural por parte de la sociedad. Estas estrategias contienen en su definición una adecuada planificación de los recursos económicos y humanos, así como la consecución de unos claros objetivos a largo y corto plazo que permitan llevar a cabo dicha planificación. La gestión cultural debe hacer un énfasis necesario en el progreso general de la sociedad, teniendo como principios prioritarios el de servir como instrumento fundamental para la redistribución social.


La gestión cultural genera, fundamentalmente, tres tipos de funciones, y tres tipos de agentes culturales.


Funciones

• Funciones normativas: hacen referencia a la regulación de las relaciones entre el proyecto cultural y el entorno en que se desarrolla.

• Funciones de servicio: regula las relaciones entre el proyecto cultural y sus usuarios.

• Funciones de fomento: consiste en establecer sistemas y condiciones adecuadas para la interacción entre los diversos agentes implicados en el proyecto cultural.

Agentes Culturales

• Sector público: Pertenecen a este grupo los agentes y organizaciones culturales adscritas a la administración pública.

• Sector privado: Se estructura de forma ejecutiva y se relaciona con los demás agentes actuando como proveedor de bienes y servicios tanto para el sector público como para el asociativo, por lo que su intervención en cultura tiene fines lucrativos.

• Sector asociativo: Sus actividades pueden ser de interés general o específico, interactúan fundamentalmente con el sector público.

Gestor cultural

El gestor cultural es aquel profesional que motivado por la inquietud y el interés en la cultura, e independientemente del área de conocimiento de su formación académica, opta por dedicarse a promover, incentivar, diseñar y realizar proyectos culturales desde cualquier ámbito. Como su propio término indica, es aquel que tiene que tomar decisiones entre un conjunto de recursos, posibilidades, técnicas e instrumentos que se ponen a disposición de un objetivo final, vinculado éste al desarrollo de su comunidad desde una óptica sociocultural.

Tafonomía

Se ha considerado adecuado incluir el concepto de Tafonomía por la importancia que representa dentro del patrimonio con arte rupestre y las ruinas de origen prehispánico, para una mejor compresión de su situación actual.

La Tafonomía proviene del griego taphos - enterramiento, y nomos – ley; es la parte de la Paleontología que estudia los procesos de fosilización y la formación de los yacimientos de fósiles. Junto a la Paleobiología y la Biocronología, la Tafonomía es una de las tres divisiones de la Paleontología.

El término tafonomía fue introducido por el paleontólogo ruso Iván Efremov en 1940 para describir el estudio de la incorporación de restos, señales o productos de organismos de la biosfera a la litosfera. En las últimas décadas del siglo XX la tafonomía se ha extendido e incorporado a otras disciplinas distintas a la Paleontología, tales como la Arqueología, el Arte Rupestre y la Antropología forense.

La Tafonomía estudia procesos como la descomposición, los yacimientos que podemos encontrar en un estrato no tienen por qué provenir de organismos que vivieron juntos, que compartieron el mismo ambiente e interactuaron, ni siquiera ser de la misma época. Los estudios tafonómicos nos pueden permitir analizar la historia y procedencia de los diferentes elementos de una asociación, para ello hay que tener en cuenta todos los parámetros observables posibles, características de la matriz rocosa, rellenos, alteraciones, encostramientos, abrasiones, erosiones, mineralizaciones, deformación y rotura, posición y orientación, disgregación de partes, selección de tamaños, colonización, etc. Cuando en un mismo estrato se pueden distinguir diferentes agrupaciones que comparten algunos de estos factores en común, se pueden establecer «familias» tafonómicas con los restos que han compartido una historia común, lo que indicaría una evolución tafonómica compleja, y hay que estudiar, por tanto, cada agrupación separadamente.

Fig. 1: Sitio Arqueológico con restos de cerámica multi – componente, es decir diferentes tipos de cerámica desde el periodo formativo hasta el horizonte medio (Cultura Tupuraya). Municipio de Sipe Sipe, Departamento de Cochabamba, Bolivia. Foto: José Luis Gerónimo Rodriguez

 

Patrimonio y turismo

El turismo es un complejo de actividades originadas por el desplazamiento temporal y voluntario de personas fuera de su lugar de residencia habitual, invirtiendo en sus gastos recursos que no provienen del lugar visitado. Las razones que motivan ese desplazamiento pueden ser diversos: descanso, educación, salud, prácticas deportivas, negocios, visita a familiares, etc. Estas motivaciones muchas veces se vinculan al hecho de que en el lugar de destino existen ciertos atractivos naturales o culturales, que la persona que se desplaza no encuentra en su lugar de residencia habitual. Estos atractivos dan origen, a su vez, a diversas modalidades de turismo: turismo de aventura, turismo recreacional lúdico, ecoturismo, turismo rural, turismo de conocimiento (turismo cultural), de estudios, de salud, gastronómico, etc.

El turismo como actividad económica debe coincidir con el desarrollo del concepto de patrimonio, el concepto de “monumentos históricos”.

El concepto de patrimonio se ha extendido e incluye categorías como los paisajes culturales, el patrimonio inmaterial.

La expansión del concepto de patrimonio se convierte en una permanente diversificación de la oferta turística. Es necesario reconocer que no siempre los recursos patrimoniales tienen en sí la adecuada aptitud para volverse en oferta turística, particularmente en los sitios de turismo de masas, con lo que su uso turístico puede convertirse en una amenaza para su conservación y sus valores.

F. 2: Sitio Arqueológico de Santa Lucia, Municipio de Arbieto, Departamento de Cochabamba, Bolivia. El sitio presenta vestigios de Hornos donde se cosían piezas de Cerámica Utilitaria y Ritual, actualmente sobre la superficie se observan fragmentos de cerámica, claramente se puede observar que el sitio no es apto para la actividad turística.
Foto: Grace Callejas Canedo, Jusbeth Mamani Alborta.

Oferta turística y el patrimonio como recurso

Es importante encontrar la diferencia entre recurso, oferta y producto. El primero no es válido por sí mismo, sino por su capacidad de transformación para satisfacer las necesidades de la demanda. Por lo tanto, el patrimonio desde el punto de vista del turismo, es el conjunto de bienes materiales e inmateriales que constituyen la materia prima que hace posible el desarrollo de la actividad turística.

Un “destino turístico” involucra una doble transformación: de recursos a productos y de productos en ofertas dirigidas al mercado. Constituyen el conjunto de atractivos del territorio, su patrimonio cultural (en este caso el Arte Rupestre y los sitios Prehispánicos), su clima y las comunidades que viven cercanas al patrimonio cultural. Cuando los recursos se estructuran para el uso y disfrute turístico se convierten en productos. Entendemos por producto aquel recurso en el que se puede realizar una o varias actividades (visitar, participar, conocer, etc.) al mismo tiempo está formulada una propuesta de accesibilidad al sitio (vial, temporal, de comunicación y económica), una propuesta de servicios (guiadas, alimentación, hospedaje y transporte), también debe considerarse otra propuesta de conservación del sitio o mitigación del impacto turístico (capacitación de la comunidad, señalización adecuada, mallas de protección, entre otras medidas).

Por lo tanto no debería considerarse producto turístico a un recurso en el que, la propuesta de actividades, servicios, accesibilidad, y protección no están definidas, ya que no será posible su uso y disfrute. Es decir, todo patrimonio cultural que no cuente con estos cuatro factores no debe ser considerado como producto turístico.

Los recursos no desmuestran sustentabilidad

Contar con los recursos anteriormente mencionados no es suficiente, se debe pensar en un desarrollo turístico que permita aprovechar el patrimonio y transformarlo, siguiendo criterios sustentables e involucrando a todos los actores que participan en la actividad, para enfocar el patrimonio en productos turísticos que puedan ser atractivos al mercado y así generar beneficios para el destino (comunidad y patrimonio).

Cuando no siguen un proceso lógico, para el desarrollo turístico de un territorio, que quiere atraer turistas pero que no cuenta con infraestructura, personal capacitado, servicios, o conocimientos técnicos sobre cómo lograr este objetivo. Las personas encargadas de lograr esta tarea seguramente consideren que el destino posee elementos con valor de atracción y que pueden ser de interés para visitantes. Es así como comienzan a desarrollarse: acciones de comunicación masiva, asistencia a ferias, eventos, comunicación a través de la web, ofreciendo su producto al mercado.

Los turistas comienzan a llegar y también comienzan a aparecer algunos problemas: es difícil acceder a los atractivos (patrimonio), no hay señalización, una vez en el lugar las personas no tienen una experiencia positiva ya que no logran interpretar el sitio, no encuentran actividades para realizar, falta de personal capacitado y de infraestructura, es difícil encontrar alojamiento y lugares para comer falta de oferta de servicios.

Es allí cuando se toman decisiones que luego generan impactos negativos en el patrimonio, estos impactos pueden deteriorar el patrimonio, tener carácter ambiental, social y económico. Entre los dos primeros cabe mencionar que el incremento de turistas, incluye una mayor demanda de infraestructura, servicios lo que conduce a la generación de desechos, la mala interpretación del sitio lleva a la destrucción del patrimonio (graffitis, mojado de paneles, turistas encimas de grabados, turistas realizando calcos sobre los grabados, o usando tizas sobre pinturas, infraestructura sobre el sitio patrimonial, reproducción de falsos históricos), y la inexistencia de reglamentación al momento de visitar los sitios, llevan a la destrucción total o parcial del patrimonio, en pocas palabras turismo no sustentable.

La falta de planificación sustentable a corto, mediano y largo plazo; la falta de involucramiento de los actores locales, sumado a las presiones de mercado, la situación socioeconómica de algunos territorios, produce muchas veces que el patrimonio, ahora convertido en destino turístico, impulse a las autoridades a tomar decisiones a corto plazo generando impactos que acorten el ciclo de vida del patrimonio, produciendo efectos negativos en diferentes ámbitos, muchos de ellos irreversibles. Es necesario entender que el desarrollo turístico implica numerosas variables, que debe ser guiado por un plan acorde a la visión que proyecte la comunidad residente y los diferentes actores involucrados.

F. 3: Complejo Arqueológico Qollqas de Cotapachi, Municipio de Quillacollo, Departamento de Cochabamba, Bolivia. Sobre los mismos cimientos Arqueológicos se construyó estas torres de barro, realizando así la reproducción de falsos históricos. Al igual que se pintó, con pintura blanca, los cimientos circulares de las Qollqas (Silos de Almacenamiento de grano, sitio arqueológico de origen Inca).
Foto: José Luis Gerónimo Rodriguez

 

Turismo Sustentable

Entendemos por turismo Sustentable a la actividad turística cuya huella ecológica es reducida o casi nula, las directrices para el desarrollo Sustentable del turismo y las prácticas de gestión Sustentable son aplicables a todas las formas de turismo en todos los tipos de destinos, incluido el turismo masivo, y diversos sectores turísticos.

Los principios de sustentabilidad se refieren a los factores: ambiental, económico y sociocultural del desarrollo turístico, donde debe establecerse un equilibrio adecuado entre estas tres dimensiones para garantizar su sustentabilidad a largo plazo. Es por tanto que, el turismo Sustentable debe:

1. Dar un uso adecuado de los recursos ambientales, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.

2. Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales (en este caso los sitios con Arte Rupestre y Ruinas Prehispánicas), respetar sus valores tradicionales, contribuir al entendimiento y a la tolerancia intercultural.

3. Asegurar actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los involucrados beneficios socioeconómicos, con una adecuada distribución, que cuenten con oportunidades de empleo estable, obtención de ingresos, servicios sociales para las comunidades anfitrionas y que contribuyan a la reducción de la pobreza.

La Comunidad local y el Turismo

Para las comunidades, el turismo no puede ser la única actividad económica, por el contrario, debe ser visto en todo momento como un medio más, para contribuir junto con otras actividades económicas al logro de mayores niveles de desarrollo económico y social de la población involucrada.

Entonces deben considerarse tres aspectos:

• Consenso, nadie aceptará imposiciones basadas en el saber o por disposición legal.

• Las estrategias de desarrollo deben involucrar a la población local: nuevas inversiones, empleo, capacitación, concientización.

• La no participación y consenso de políticas culturales y turísticas puede devenir en malestar de la comunidad desde varios aspectos (económico, impacto social, ambiental, etc.).

El turismo debe convertirse en parte de las aspiraciones y objetivos de la comunidad, tomando siempre como referencia los valores, ideales y estructuras sociales y económicas, previas de la misma. Será necesario la aprobación de la comunidad local para poder acompañar el desarrollo de la actividad.

Oportunidades y Amenazas

Son claros los beneficios originados del desarrollo turístico entre estos podemos mencionar: obtención de recursos económicos, generación de puestos de trabajo, dotación o mejora del equipamiento y la infraestructura, mejora de espacios públicos, protección y en algunos casos restauración de los sitios, entre otras posibles acciones. Otro tipo de beneficios están vinculados con el afianzamiento de la identidad local a partir del reconocimiento expresado por los visitantes hacia el patrimonio. Pero si el turismo no es adecuadamente planificado, se convierte en una amenaza, tanto para los sitios patrimoniales, como hacia algunos aspectos de la vida diaria en las comunidades receptoras.

Oportunidades

a) Económicas

• Obtención de beneficios económicos.

• Generación de empleo.

• Contribución a la recuperación de áreas o sitios naturales y culturales.

• Mejora y redistribución de los ingresos.

• Mejoramiento de los servicios y de la infraestructura.

• Mejoramiento general del nivel de vida de la población involucrada.

 

b) Sociales / culturales

• Mejora general de la calidad de vida de la población.

• Mejora en la implementación de servicios básicos (salud, educación, alcantarillado, etc.).

• Detención de las corrientes migratorias internas a partir de la generación de puestos de trabajo y de la mejora de la calidad de vida a nivel local.

• Posibilidad de nuevas oportunidades de capacitación.

• Afianzamiento de la identidad local, sentido de pertenencia de la comunidad a partir del sentimiento de reconocimiento por parte de los visitantes.

 

c) Ambientales

• Contribución a la protección de áreas naturales.

• Contribución al mantenimiento y conservación de los sitios con Arte Rupestre y Ruinas Arqueológicas (ahora complejos Arqueológicos).

• Contribución a la planificación urbana de la región (implementación de planes de ordenamiento).

Amenazas:

a) Exceso de la capacidad de carga de los sitios:

• Capacidad de carga ecológica: exceso de visitantes alteran el equilibrio ambiental.

• Capacidad de carga material o física: el número excesivo de visitantes afecta tanto a suelo, como al agua; el suelo no puede resistir la cantidad de turistas.

• Capacidad de carga psicológica: experiencias no satisfactorias por ambas partes: turistas no se sienten seguros visitando el patrimonio, comunidad no se siente conforme con el hecho de recibir gente desconocida.

 

b) Amenazas contra la autenticidad o el significado de los sitios

• El patrimonio se convierte en espectáculo y objeto de consumo, no llega a transmitir adecuadamente sus valores.

 

c) Impacto social: la comunidad residente en función de las expectativas del turista

• Es frecuente entonces encontrar personas que se visten, actúan o desarrollan manifestaciones que, sin ser parte de su vida cotidiana, son de alguna manera, parte de la imagen o estereotipo que existe en el sitio, por lo tanto algo que el turista está esperando ver.

 

d) Expulsión de habitantes.

• Los habitantes originarios de áreas históricas y/o patrimoniales son desplazados de su hábitat por decisión propia, ya que prefieren vender sus propiedades y adquirir otras fuera de las zonas patrimoniales, lo que les produce un beneficio económico, o bien son empujados por la presión de inversores o de grupos de mayor poder adquisitivo que desean adquirir propiedades en las áreas patrimoniales.

 

Impactos socioeconómicos del turismo

Para el éxito socioeconómico, es necesario pensar en una consolidación productiva, social y económica a largo plazo, evitando la búsqueda de rentabilidad inmediata de las operaciones.

Debe garantizarse la captación de demanda de forma estable, eludiendo la excesiva estacionalidad y asegurando la mejora del nivel de vida de la sociedad, no de un modo repentino y especulativo (solo unos cuantos logran beneficiarse), que pueda conllevar a tensiones y situaciones de riesgo sobre los recursos patrimoniales.

Por tanto es necesario, poder insertar a los habitantes de las comunidades involucradas dentro del rubro del turismo de forma profesional, ya sea como prestadores de servicios, o como inversores (en algunos casos).
Teniendo en cuenta las dificultades de este tipo de empresas:

• Alto costo de capital inicial.

• Difícil reconversión.

• Fuertes cambios en la demanda.

• Sensibilidad a factores externos.

• Fuerte incidencia de capital humano.

• Imposibilidad de almacenamiento de productos.

Son muchas las dificultades a la hora de pensar en inversiones a manos de residentes locales sobre todo en municipios pequeños o comunidades alejadas.

Acá es donde el sector público, u otras organizaciones (ONG, Cooperación extranjera), que dispongan de herramientas deben facilitar la participación de pequeños inversores, con:

• Incentivos financieros (recursos económicos concursables, créditos blandos, provisión de infraestructura necesaria).

• Asistencia técnica.

• Programas de capacitación turística.

• Interacción entre prestadores de servicios turísticos privados y comunidad.

Conservación

Objetivo en la gestión turística del patrimonio cultural es la “Conservación”. El primer paso es la elaboración de políticas de conservación, que contengan los principios básicos para la aplicación en casos concretos.

El diseño de políticas de conservación, es la base de la posterior propuesta de gestión, parte de las primordiales tareas de investigación y documentación.

Se debe tomar en cuenta:

• Cómo prevenir el daño al patrimonio, ocasionado por la actividad turística.

• Cómo establecer estrategias que permitan la conservación del patrimonio, que puede ser dañado.

• Cómo conservar el carácter cultural y simbólico del espacio, que pretende convertirse en producto turístico.

La elaboración de estos principios debe tener como punto de partida los diferentes documentos nacionales e internacionales que concretan de una manera sucinta los criterios que deben guiar la actuación en bienes de patrimonio.

F. 4: Kalatrancani Sitio con Petroglifos, Municipio de Vinto, Departamento de Cochabamba, Bolivia, Actualmente el sitio está siendo puesto en peligro por el crecimiento Urbano
Foto: José Luis Gerónimo Rodriguez.

F. 5: Kalatrancani, detalle de la Fotografía Anterior (Petroglifos, Cúpulas o Tacitas).
Foto: José Luis Gerónimo Rodriguez.

 

Propuesta de uso

Cuando la conservación del patrimonio se considere garantizada, debemos tomar en cuenta el análisis y propuesta.

Primeramente se debe hacer un análisis de los visitantes, el turista debe conocer de manera clara las características del bien patrimonial y el riesgo que conlleva su visita. Es acá donde nos concentramos en realizar una valoración sobre el tipo de perfil que debe tener el turista.

Los criterios manejados deben ser los siguientes:

a) Según la edad: adultos, jóvenes, niños.

b) Procedencia: turistas nacionales, extranjeros.

c) Motivación: recreación, conocimiento, aventura, descanso, para fines de investigación.

d) Capacidad de gasto: sea para un turismo masivo, o un turismo selectivo. Este factor nos ayudará a determinar si el tipo de turista, se autofinancia o es subvencionado; entrando en detalle, si nuestro turista responde a un viaje de grupo ya sea de: estudiantes de colegio, universidad, o grupos de amigos. O bien si es financiado será más selectivo, grupo reducido de entre dos a cinco personas, con fines incluso más específicos que el sólo hecho de conocer el patrimonio.

F. 6: Toro Muerto Sitio con Petroglifos, Municipio de Saipina, Departamento de Santa Cruz, Bolivia. Miembros de la AEARC (Asociación de Estudios de Arte Rupestre - Cochabamba), Visitando el Sitio y escuchando las explicaciones del Investigador Rupestrólogo Roy Querejazu Lewis (Presidente y Fundador AEARC).
Foto: Fabio Vargas Mujica.

 

En una segunda etapa se debe abordar la materialización de la propuesta. La distinción entre el primer momento, que identifica el perfil de turista, el segundo momento que trabaja sobre la articulación de las propuestas referentes al ordenamiento turístico. Es la relación entre la formulación de la idea y su materialización.

Esta segunda parte está más relacionada con la producción y conlleva la elaboración de varias propuestas en una sola.

• Diseño de propuestas de usos, para públicos diferentes: acciones pedagógicas, programas escolares, visitas para la tercera edad.

• Diseño de propuesta de uso específicamente para turistas: servicio de guías, presentaciones narradas, traductores.

• Diseño de propuestas para visitantes con necesidades especiales, teniendo en cuenta los cuatro tipos principales de discapacidad: intelectual; física o motora; auditiva o visual.

• Plan de señalización coherente con lo anterior.

• Estrategia de incorporación en el entorno, considerando el espacio como destino turístico, si es posible, incorporando el patrimonio en circuitos o rutas temáticas culturales más amplias.

• Servicios propios para visitantes: zona de descanso, tienda de recuerdos, servicio médico, servicios de comunicación, servicios higiénicos (baños), etc.

• Consideraciones de seguridad.
La propuesta de usos es el resultado de un proceso de análisis, reflexión y diseño cuyo objetivo es impulsar distintos modos de aprovechar el potencial turístico que tiene un bien del Patrimonio Cultural.

Planificación Turística

La gestión turística del patrimonio cultural, debe realizar un análisis de reflexión, sobre cualquier acción que conlleve a la realización de actividades turísticas. Debemos señalar que la elaboración de cualquier plan, enfoque en las siguientes acciones:

• El análisis de la situación actual (diagnósticos: biofísico, socioeconómico, político institucional, y del estado actual del patrimonio).

• Identificación de problemas y potencialidades.

• Construcción de los objetivos a corto, mediano y largo plazo.

• El diseño de líneas de acción: actuaciones, prioridades, recursos y cronograma de trabajo.
Ahora existen factores que podrían llevar al fracaso de la planificación.

• La primera: es que los planes no deben diseñarse sin la colaboración tanto de los actores que se encargan de su implementación, como de los destinatarios de las acciones. Es decir, el plan debe ser abordado por los sujetos que dirigen la acción (planificadores), más los sujetos que ejecutaran el proyecto (fuente de financiamiento), más los sujetos que serán objeto de la planificación (población involucrada).

• La segunda, es necesario cambiar las acciones que impulsan las autoridades al momento de tomar decisiones, por redes sociales integradas por actores públicos, privados, comunidad involucrada, y organizaciones que se dedican a proteger el patrimonio. Para así formular objetivos compartidos y coherentes.

También es necesario cambiar la pregunta básica de, cómo hacer las cosas, por la de qué factores puedo tomar en cuenta:

• Análisis de la situación actual, de los problemas, de las potencialidades, de los objetivos.

• La totalidad de actores, incluyendo destinatarios: incorporación, agregación, proyectos adaptados a la realidad concreta del patrimonio.

• Diseños organizativos, intercambio de información, generar consenso, resolución de problemas.
Ahora es bueno seguir una serie de parámetros, que consideramos son importantes al momento de hacer efectiva la planificación.

1. Delimitar el área donde se encuentra el patrimonio (sitio de intervención), para la elaboración exacta de un mapa, donde señalar los sectores visitables, y crear senderos de visita en el área, en torno a las manifestaciones rupestres que en ella se encuentran, o los complejos arqueológicos de origen prehispánico. Estos sectores visitables no siempre constituyen el total de los sitios, sólo una parte de ellos, con el fin de preservar algunos conjuntos de los posibles deterioros (no debería haber posibles deterioros) que puedan sufrir por las visitas.

F. 7: Muro de Sacambaya, Municipio de Independencia, Departamento de Cochabamba, Bolivia. El Perimetro de Color Naranja Representa el Área de Amortiguamiento donde no debería realizarse ningún tipo de Construcción, la línea roja parte de un circuito propuesto, elaborado en Software ArcGis, el mapa solo es uno de los varios que se propusieron para el PLAN DE GESTIÓN PATRIMONIAL Y TURÍSTICO COMPLEJO ARQUEOLOGICO CULTURAL PRECOLOMBINO DE LA CUENCA DEL RIO COTACAJES DE LA PROVINCIA AYOPAYA DEL DEPARTAMENTO DE COCHABAMBA, propuesto por el Autor del presente Artículo.
Elaborado por: José Luis Gerónimo Rodriguez.

2. Proceder a la creación de señalización, para las rutas donde se encuentran los sitios patrimoniales, necesaria para brindar información al visitante sobre estos senderos, el significado de la riqueza patrimonial que contienen, el respeto al patrimonio, como medida de concientización y prevención contra el vandalismo.

3. Capacitar comunarios como, gestores culturales locales con el fin de que obtengan los conocimientos técnicos necesarios para recibir y prestar un servicio de calidad a los futuros visitantes.

4. El vandalismo responde a una falta de conciencia acerca del significado del patrimonio, y del arte rupestre en particular. Por eso es fundamental la capacitación por medio de talleres, exposiciones y otras actividades, que lleguen al mayor número de comunarios posibles, y ciudadanía en general, que produzcan una conciencia pública relacionada a otorgar valor testimonial al arte rupestre en relación con el desarrollo de las culturas locales y a considerar relevante la necesidad de su preservación.

5. Actividades culturales y educativas. Los circuitos deben funcionar no sólo como un paraje privilegiado por su entorno natural y cultural, para su visita turística, tanto, sino también como centro promotor de actividades culturales y educativas relacionadas con el arte rupestre y el pasado prehispánico de la región en general. Estas actividades podrán incluir iniciativas como talleres, exposiciones y demostraciones de arqueología experimental incluidas en la visita como ser: manufactura textil y cestería, fabricación de cerámica, manipulación de cereales a lo largo del tiempo, metalurgia, fabricación de instrumentos líticos, con los objetivos de concientización detallados más arriba.

6. Diagnóstico detallado del estado de conservación del patrimonio. Crear un registro detallado de los procesos de deterioro y el estado de conservación de cada sitio, antes de la apertura del circuito, con el objetivo de disponer de un elemento diagnóstico, un instrumento comparativo para el futuro seguimiento, destinado a hacer una evaluación del impacto del acceso turístico en los sitios y en particular de los procesos de erosión ocasionados.

 

F. 8: Crestón de Pocanche, Municipio de Independencia, Departamento de Cochabamba, Bolivia. Fase de trabajo de Campo, para la elaboración del diagnóstico del estado actual del Patrimonio, para el PLAN DE GESTIÓN PATRIMONIAL Y TURÍSTICO COMPLEJO ARQUEOLOGICO CULTURAL PRECOLOMBINO DE LA CUENCA DEL RIO COTACAJES DE LA PROVINCIA AYOPAYA DEL DEPARTAMENTO DE COCHABAMBA.
Foto: Lidia Solís Cerezo.

 

7. Considerar que sitios pueden ser, viables para la visita de turistas con necesidades especiales, teniendo en cuenta los cuatro tipos principales de discapacidad: intelectual; física o motora; auditiva y visual.

8. Un factor determinante será también el conocimiento de la normativa vigente tanto patrimonial como turística, ya que nos ayudará a fundamentar y consolidar nuestro proyecto de conservación con enfoque turístico, o bien el desconocimiento de la normativa ayudará al fracaso del proyecto.

Conclusiones

Es difícil que dos sectores, como el turismo y el patrimonio cultural lleguen a ser compatibles del todo, por cuanto se propone que la gestión turística del patrimonio cultural, ayude a la reflexión sobre, como consensuar los valores que afectan a todos los actores involucrados.

Los gestores culturales debemos comprender que el turismo parte de una lógica diferente, aceptar que el entretenimiento, y el ocio podrían mejorar las condiciones sociales de los involucrados y el estado de los bienes patrimoniales, como también podrían actuar de forma negativa.

Ahora bien para que, la gestión turística del patrimonio se convierta en un espacio de trabajo consistente, es necesario, extender instrumentos y técnicas, que no partan de la improvisación y el trabajo obstinado. Se deben introducir prácticas que mejoren los procesos y contribuyan a fortalecer la confianza, en los beneficios que podría suponer el relacionar el turismo en función de proteger los bienes patrimoniales, con el fin de generar recursos económicos adicionales a la actividad económica principal, en comunidades donde se encuentran dichos bienes, en este caso arte rupestre y ruinas arqueológicas de origen prehispánico. Este tipo de relación incluso podría suponer el mejorar la confianza entre los gestores culturales que se ocupan de proteger bienes patrimoniales y las comunidades.

 

 

 

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Cómo citar este artículo
:

José Luis Gerónimo Rodríguez. Gestión turística para la conservación del patrimonio rupestre y ruinas prehispánicas. En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/gestionturistica.html

2017

 

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