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La celebración del solsticio de verano en el petroglifo de Los Machines (Cumbal, Colombia)

Armando José Quijano Vodniza. ajqv@coldecon.net.co Director del grupo de investigación Inti Rumi. Institución Universitaria CESMAG

Colaboración especial: Hugo Horacio Rojas Achicanoy Camilo Andrés Estacio Quetamá    

Resumen

El presente documento corresponde a un breve reportaje gráfico sobre la conmemoración del solsticio de verano en el petroglifo de Los Machines; evento que aconteció el pasado 21 de junio de 2008 en el Municipio de Cumbal (Colombia). En el texto se muestran los momentos más relevantes de esta fiesta ancestral realizada en torno a una obra rupestre, la cual durante muchos años estuvo abandonada y expuesta al deterioro, debido tanto a los agentes naturales, como a la acción destructiva del hombre.

El pasado 21 de junio fue una fecha muy importante para las comunidades indígenas de América, por cuanto se conmemoró la llegada del solsticio vernal: fecha cuando se inicia la estación de verano en el hemisferio norte y la estación de invierno en el hemisferio sur. Este año, los cabildos indígenas de los Pastos, asentados en la zona andina del sur de Colombia, realizaron el ritual principal en el petroglifo de Los Machines, una de las obras rupestres más importantes del Departamento de Nariño, ubicada en el Municipio de Cumbal (figura 1).

Figura 1. Localización del petroglifo de Los Machines.

Como se anotó en el artículo publicado en el año 2003 en Rupestreweb:
http://www.rupestreweb.info/machines.html
en este vestigio arqueológico los antepasados grabaron una estrella de ocho puntas inscrita en dos círculos concéntricos (conocida actualmente como el Sol de los Pastos), cuatro figuras zoomorfas (monos) y dos figuras antropomorfas (figura 2).

Figura 2. Estrella de ocho puntas o "Sol de los Pastos" grabada en el petroglifo de Los Machines.

Este evento cultural, que fue muy promocionado por diferentes medios de comunicación de la región (figura 3), contó con la participación de indígenas de los Pastos provenientes principalmente de Cumbal, Chiles, Panán y Mayasquer y de otros grupos étnicos de Nariño y de los vecinos departamentos del Cauca y del Putumayo, así como del norte de la República del Ecuador.

Figura 3. Promoción del evento cultural organizado por la etnia de los Pastos para la celebración del solsticio de verano del año 2008.

Desde las primeras horas de la mañana, los visitantes comenzaron a concentrarse en el predio Piedra de los Machines, con el propósito de agradecerle al Sol por todos los favores recibidos, especialmente por los productos agrícolas que comienzan a cosecharse con la llegada del verano. La ceremonia inicial se realizó en el terreno ubicado a los pies de la obra rupestre y la gente se ubicó en círculo alrededor de la mesa que se dispuso en el lugar para colocar las varas de mando de los miembros del Cabildo de Cumbal, quienes portaban la ruana tradicional (figura 4).

Figura 4. Inicio de la celebración del solsticio de verano en la " Piedra Solar de Los Machines".

Debido a la destrucción del lugar, ocasionada por la explotación de una cantera de piedra en el predio aledaño (véase la figura 5, en la cual el petroglifo de Los Machines corresponde a la superficie de la roca cóncava en la parte superior), algunos de los miembros de la comunidad que participaron en el ritual tuvieron que acceder a los grabados por la parte posterior de la obra rupestre para invocar al dios Sol, especialmente cuando éste se hizo presente en la ceremonia solemne irradiando su luz a todos los presentes (figura 6).

Figura 5.   Destrucción del petroglifo de Los Machines ocasionada por la explotación de una cantera.


Figura 6.   Invocación al dios Sol en el petroglifo de Los Machines durante el solsticio de verano.

Luego de las palabras de bienvenida a todos los visitantes, pronunciadas por las autoridades indígenas, fue muy significativa la participación improvisada de la señora Rosa Florinda Cuaical de Tarapués, habitante de Cumbal de 76 años de edad (figura 7), quien solicitó a los organizadores del evento para que le permitieran hacer una ofrenda al dios Sol a través de una canción que ella había aprendido cuando era niña:

Figura 7. La señora Rosa Florinda Cuaical de Tarapués, quien le cantó al Sol en el petroglifo de Los Machines, durante la ceremonia del solsticio de verano.

Cerca del mediodía se iniciaron las danzas tradicionales, en las cuales se destacó la de un grupo de personas de la tercera edad de la población de Cumbal (véase la figura 8) y los danzantes del Resguardo Indígena de Males, también perteneciente a la etnia de los Pastos (véase la figura 9). En sus vestimentas sobresalía la estrella de ocho puntas o Sol de los Pastos de origen precolombino.

Figura 8. Danzantes tradicionales de Cumbal portando la iconografía del Sol de los Pastos.

Figura 9. Danzantes de Males portando igualmente la iconografía del Sol de los Pastos.

Acompañando a las personas adultas también estuvieron presentes los niños, quienes desde la temprana edad aprenden de sus padres y profesores (especialmente en aquellos centros con programas de etnoeducación, como es el caso del Colegio Técnico Agropecuario Etnopedagógico Cumbe sobre las tradiciones heredadas de generación en generación, incluyendo aquellos aspectos relacionados con los diseños que los primeros pobladores de la región dejaron en las piedras sagradas (figura 10).

Figura 10. Niños de Cumbal   llevando artesanías con los diseños del Sol de los Pastos y la espiral (churo cósmico) durante la celebración del solsticio de verano, los cuales se remontan al arte rupestre de la zona andina de Nariño. Atrás, miembros del Cabildo Indígena Estudiantil.

Una vez que la romería llegó al pueblo de Cumbal, después de recorrer dos kilómetros desde el petroglifo de Los Machines, se inició un programa cultural matizado con música de los Andes del sur de Colombia y el norte del Ecuador y alimentos autóctonos como la chicha, una bebida preparada a partir del maíz (figura 11).

Figura 11.   Ofrecimiento de chicha a los participantes de la romería procedente de la Piedra de Los Machines.

La alegría de la comunidad por los frutos producidos por la madre tierra, anualmente fecundada por el Sol, también se evidenció en los castillos de guaguas (niñas) de pan que se erigieron en una de las plazas de Cumbal, de manera similar a como ocurre desde tiempos ancestrales en los poblados cercanos a la ciudad de San Juan de Pasto durante esta época del año (figura 12).

Figura 12.   Castillo de guaguas de pan construido en Cumbal durante la fiesta del solsticio de verano.

La conmemoración del solsticio de verano en el petroglifo de Los Machines ha sido muy importante por varios motivos, entre otros, para encontrar nuevas evidencias que aportan sobre la relación etnoastronómica de esta obra rupestre; pero, sin lugar a dudas, lo más trascendental fue que la comunidad de Cumbal comenzó nuevamente a apropiarse de este sitio arqueológico que estuvo en eminente peligro de ser destruido; y, seguramente, este hecho repercutirá de manera favorable en la conservación de este bien de interés cultural para las futuras generaciones.

Referencia

QUIJANO VODNIZA, Armando José et al. Recuperación de la piedra de Los Machines en el resguardo de Cumbal: bien de interés cultural del departamento de Nariño (en línea). En: Rupestreweb: arte rupestre en América Latina (Bogotá): 28, agosto, 2003 (consultada: 24, junio, 2008). Disponible en la dirección electrónica: http://www.rupestreweb.info/machines.html

¿Preguntas, comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com

Cómo citar este artículo:

QUIJANO VODNIZA, Armando José. La celebración del
solsticio de verano en el petroglifo de Los Machines
.

En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/solsmachines.html

2008


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