Petroglifos de la zona del Yaure, Barinas, Venezuela
Pablo
Novoa Álvarez
panoalva@yahoo.com
Esta estación de petroglifos
fue dada a conocer por el autor del presente trabajo en el año
1998; y está situada en la zona de San Sebastián,
en el área del Sector Yaure y en un caño de agua cristalina
a unos centenares de metros antes de su desembocadura con el riachuelo
Quebrada Blanca. Se ubica este lugar a unos once kilómetros
de Yaure, caserío éste perteneciente al Distrito Ezequiel
Zamora del Estado Barinas y al oeste de Venezuela en un área
de transición de los llanos con la cordillera andina. Se
llega al lugar por una pista de tierra, en la vía que conduce
a la represa Uribante-Caparo y desviándose a la derecha por
otra carretera, igualmente de tierra. La mejor forma de llegar al
lugar, solo factible en la época de verano, es a través
del cauce de la Quebrada Blanca y remontando el Caño de Los
Muñecos (nombre éste dado por los lugareños,
debido a los grabados rupestres) donde a algo más de un kilómetro
dicho accidente geográfico se encierra en un cañón
rocoso arcilloso de unos diez metros de alto por tres de ancho,
por término medio.
Sobre la pared derecha, subiendo
el cauce de agua, se encuentran varios petroglifos, entre los que
destacan una espiral, un rostro solar irradiado, y algunas pequeñas
figuras humanas, una de ellas con la cabeza solarizada, varias pisadas
de felino y algún rostro humano. Igualmente en la entrada
de la estación destaca la figura grabada, a unos tres metros
de alto, de un círculo dividido por dos diámetros.
Hay que destacar
la espectacularidad del sitio donde se han descubierto los grabados
pues difiere totalmente de las otras superficies rocosas con petroglifos
ubicadas en el Estado Barinas. Por informaciones de nuestros guías,
lugareños de la zona, se nos informó que siguiendo
la quebrada había otro lugar muy parecido con petroglifos,
debido a la hora y que a los días regresaba a España,
no fue sino hasta febrero del año 2004, que visitamos nuevamente
el lugar y seguimos explorando la quebrada en busca de la estación
mencionada por nuestros guías.
Fue así como a unos quinientos
metros río arriba ubicamos la espectacular pared cubierta
con petroglifos, un enorme abrigo de catorce metros de ancho y que
se prolonga hasta unos veinte metros de altura, haciendo que la
luz solar entre muy tenue en el lugar. A todo lo ancho del abrigo
la superficie está totalmente cubierta de figuras hasta los
dos metros y medio de altura. Entre los numerosos grabados destaca
un gran rostro humano solar rodeado de TREINTA RAYOS y de algo más
de un metro de diámetro; igualmente destaca una gran figura
serpentiforme, una forma antropomorfa femenina de más de
un metro de alto, una figura idoliforme de mas de metro y medio
de alto, varios círculos y espirales, así como una
serie de rostros humanos que siguen una línea en la parte
más alta del conjunto. Igualmente en la pared de enfrente
se encuentran diversos grabados de las mismas características
.
Hay que destacar de esta estación
de petroglifos el extraordinario estado de conservación de
los mismos, debido en parte, a la inclinación que tiene el
abrigo, a lo estrecho del cañón, a la altura del mismo
(unos veinte metros) donde apenas entra luz y muy poca lluvia, lo
que hace que los petroglifos se conserven en todo su esplendor,
añadiendo a esto una fina capa de musgo que cubre toda la
superficie grabada, dándole un aspecto de alfombra con dibujos
en alto relieve.
Siguiendo mi intuición y
subiendo el cañón descubrí a menos de un kilómetro
más arriba otro lugar con grabados (nadie tenia noticias
de este sitio). En este lugar el cañón se estrecha
a menos de metro y medio. Igualmente el río forma una gran
poza de más de un metro de profundidad, esto en verano, suponemos
que en época de lluvias es imposible acceder al lugar. Los
petroglifos se encuentran sobre las paredes por encima del agua,
las fotos hay que tomarlas con el agua hasta un poco más
arriba de la cintura. Estos grabados están menos conservados
que los de las otras estaciones, probablemente debido a la humedad
del lugar y a otros factores ambientales. Destacan entre los diversos
petroglifos un rostro humano solar rodeado de rayos, varias pisadas
humanas de niño, así como varias formas ramiformes
y muchas más tapadas por tierra y musgo, lo que sin un buen
trabajo de limpieza no se podrán ver mejor.
Por noticias de otros campesinos
de la zona sabemos, que a lo largo del río, concretamente
en la Quebrada Blanca, pero unos kilómetros más abajo,
existen otros lugares más con petroglifos de las mismas características
de los mencionados. De dichos hallazgos se hizo eco la prensa local,
así como algunas publicaciones españolas y se registró
el lugar en la Fundación del Inventario Nacional del Arte
Rupestre de Venezuela, ubicada en la ciudad de Caracas.
Hay que resaltar que cerca del lugar
en una parte llana existe un gran montículo o túmulo
artificial, probablemente construido por el antiguo pueblo araguaco,
autor de este tipo de manifestaciones arqueológicas en la
región y probablemente autores de los petroglifos.
¿Preguntas,
comentarios? escriba a: rupestreweb@yahoogroups.com
Cómo
citar este artículo:
Novoa
Álvarez, Pablo. Petroglifos
de la zona del Yaure, Barinas, Venezuela.
En
Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/yaure.html
2005
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