Introducción

1. Mompox en contexto

2. Mompox: Patrimonio Cultural

3. Lo natural

4. Lo construido

5. Lo que se contruye

6. Lo que suena

7. Lo que se degusta

8.La tradición

9.La otra orilla

10.Un PEMP para Mompox

11. A manera de reflexión

Referencias citadas

 

 

 

 

 

Lo que se degusta

Mompox se degusta. Su rica gastronomía es producto de la adaptación del hombre a este medioambiente y del aprovechamiento de sus recursos mediante preparaciones y recetas tradicionales. La suma de memorias culinarias de tres continentes ha producido variadas combinaciones que sorprenden al paladar.

Jugos como el de corozo, zapote, níspero o guayaba agria, y otras bebidas como la Kola Román o la misteriosa fórmula de la chicha colonial se ofrecen para calmar la sed o como acompañante para picar carimañolas, bollos, o arepaehuevo.

Raspao en La Albarrada . D.M.C.2010
Chicha Colonial . D.M.C.2010

El río y las ciénagas ofrecen infinidad de pescados, mojarras, bagres, bocachicos que se ofrecen fritos, sudados o en sancocho. Carnes de cerdo, de res, de pato o de ponche (una especia de roedor) se acompañan con patacón, yuca, arroz con coco o ensalada. Otros platos típicos de su gastronomía y que no deben dejar de degustarse son el ayaco (a base de plátano maduro, yuca y tres tipos de carne) y el mote de queso (preparado con ñame y queso costeño). Esta lista de platos fuertes se puede acompañar con el famoso dulce de Limón de doña Adalgisa quien, con sus 98 años, cuenta que aprendió la receta de sus mayores. También se puede degustar un bocado de quesito de capa, símbolo lácteo erigido patrimonio gastronómico de la población, pero que según un reciente estudio paranoico-científico (Durán et al, 2010) no pasa las normas higiénicas para su comercialización pública debido a la técnica artesanal de manipulación, necesaria para su elaboración.

Queso de capa y panecitos .D.M.C.2010
Postre de Limón de doña Adalgisa . D.M.C.2010

Para conservar esta amplia tradición culinaria, la Escuela Taller de Artes y Oficios de Mompox transmite parte de esta memoria y la adapta al gusto nacional e internacional para no caer tan pesado al estómago extranjero; pero al que desde chiquito se le enseño a comer de todo, puede disfrutar sin problema en el Comedor Costeño o en la noche ir a picar variedades a la plaza de Santo Domingo.

 

 

Textos y fotografías: Diego Martínez Celis • Trabajo académico para el programa electivo “Mompox ¿Gestión patrimonial para la inclusión o la exclusión?Maestría en patrimonio Cultural y Territorio / Pontificia Universidad Javeriana • Noviembre de 2010