Piedras sagradas: Samaipata, Achira y Mairana: ¿Casos aislados o una tradición por descubrir en tierras bajas de Bolivia?

Sin duda la huaca (divinidad) más grande de Sudamérica es la Roca Esculpida del Fuerte de Samaipata, Santa Cruz-Bolivia (a la cual he dedicado otro artículo), en los confines de los Andes Orientales (Figs. 2-3); lo que lleva a la pregunta: ¿Hay otras en la zona? Pregunta hecha por la colega Lisbet Bengtsson, que me tocó profundamente y me impulsa a buscar más ejemplos en el subandino y en la selva.

Fig. 1. Ubicación del área de estudio en el Mapa de Bolivia. En la zona de Samaipata, en un radio de 5 a 15 km, se encuentran la Roca Esculpida del Fuerte de Samaipata, la Estela de Achira y la Roca de Mairana.
Fig. 2. La Roca Esculpida del Fuerte de Samaipata. Foto tomada con una orientación de Oeste a Este. Al Sur de la roca se encuentran las casa incas, las más cercanas a la Roca Esculpida fueron ocupadas por españoles en el siglo XVII.
Fig. 3. La Roca Esculpida del Fuerte de Samaipata. Visión panorámica del conjunto de tallados llamado 'coro de sacerdotes' al centro de la Roca en el sector más elevado de la misma; al fondo piscinas o receptáculos y parte del muro inca.

La tradición de tallar rocas es muy difundida en los Andes, sin embargo, en las tierras bajas semi tropicales no es tan común. Por ello, estos casos: la Roca Esculpida del Fuerte de Samaipata, la Estela de Achira y la Roca de Mairana, todas en la zona de Samaipata, son ejemplos que merecen un particular estudio.

La Estela de Achira es un lito de sólida arenaria (Figs. 4-5), que gracias al guía Marcelino Aguilar tuve la oportunidad de documentar el año 2000. Según Aguilar, la estela fue encontrada en el área de Achira y colocada en el jardín de ingreso del Achira Sierra Resort, donde se encuentra actualmente.

Fig. 4. La Estela de Achira.
Fig. 5. La Estela de Achira. Diseño de dos probables espirales y/o círculos concéntricos esculpidos en alto relieve.

La estela mide 80 × 60 cm con un espesor irregular de 30 cm aproximadamente, y presenta dos probables espirales y/o círculos concéntricos esculpidos en alto y bajo relieve en uno de sus frontis. Lamentablemente, la erosión y exfoliación que ha sufrido la roca no permiten reconstruir el diseño original, lo cual invita a hipotizar: ¿la cola de un mono?, o ¿los ojos de una cara que recuerdan a una estela antropomorfa andina? Quizás esta segunda interpretación es demasiado, para quienes quieren encontrar raíces locales en los tallados. Lo más sensato, es pensar que son trazos circulares muy característicos de la iconografía de las tierras bajas, los mismos que se plasman en gran parte de los diseños que se encuentran en la cerámica y el arte rupestre.

Dejando el valle de Achira-Samaipata, en este último viaje, el pasado 2013, la colega Bengtsson notó un sitio arqueológico a la distancia. Un sitio similar lo habíamos prospectado el 1999 con el Dr. Albert Meyers. Se trata de una modificación de los cerros, para obtener planicies. Hay muchos de estos cerros en el valle de Samaipata. Lo que nos mueve a pensar en sociedades muy complejas y densas. (Fig. 6)

Fig. 6. Achira. Vista de los alrededores. Modificación de la cima de una montaña para la obtención de un altiplano.

El año 1994 el guía Cecilio Choque me llevó a visitar La Roca de Mairana, conocida como La Piedra (Figs. 7-19). Ésta es en mi opinión mucho más antigua que la de Samaipata, debido a su deterioro: los tallados son hoy en día difíciles de distinguir y en muchos casos parecen simple erosión. Al igual que en Samaipata, esta roca es enorme y única en el valle. Por cuanto, resalta en el paisaje. Esta unicidad pudo haber sido la principal razón de su culto para los primeros habitantes del valle. Una enorme roca que representa lo divino, el inicio del concepto templo, algo físico que al palparlo te conecta con lo impalpable. Comenzó entonces el culto, luego el tallado de diversos elementos: asientos, piscinas o lavatorios de purificación y una simbología que hoy no estamos en grado de leer.

Fig. 7. La Roca de Mairana es conocida como La Piedra o Piedra Mesa.
Fig. 8. La Roca de Mairana. Obsérvense los orificios cuadrangulares a modo de escalera para acceder a la cima.
Fig. 9. La Roca de Mairana. Obsérvense los orificios circulares tallados en periodos prehistóricos.
Fig. 10. La Roca de Mairana. Detalle de los orificios circulares.
Fig. 11. La Roca de Mairana. Orificios circulares tallados.
Fig. 12. La Roca de Mairana. Orificios circulares tallados.
Fig. 13. La Roca de Mairana. Detalle de orificios tallados.
Fig. 14. La Roca de Mairana. Obsérvense los asientos semicirculares tallados.
Fig. 15. La Roca de Mairana. Orificios circulares tallados.
Fig. 16. La Roca de Mairana. Orificios circulares y semicirculares tallados.
Fig. 17. La Roca de Mairana. Inscripciones modernas. Al fondo el Valle de Mairana-Samaipata.
Fig. 18. La Roca de Mairana. Tallados: probables asientos. Obsérvese la erosión y el vandalismo.
Fig. 19. La Roca de Mairana. La capilla sobre una de las cimas de la roca.

La Roca de Mairana, continúa siendo objeto de culto. Durante las festividades la gente sube a la roca y danza, come, bebe, comparte. En una de sus cimas han construido una pequeña capilla, dónde colocan a la virgen. Los actores han cambiado, pero el sentido de culto es el mismo. (Fig. 19)

En la Roca de Mairana encontramos diseños modernos que no deben leerse exclusivamente como vandalismo sino también como la continuidad de dejar escrito algo sobre una roca especial. Cuidado con estas mis palabras, no quiero incentivar la escritura sobre los monumentos arqueológicos, simplemente comprender e interpretar su rol en la actualidad, para viajar al pasado. (Fig. 17)

Estos hallazgos incentivan la investigación del tallado de la piedra en tierras bajas, hasta hoy supeditado a la cratividad e influencia andinas.

Cómo citar este artículo:

Avilés Loaiza, Sonia Victoria. Piedras sagradas: Samaipata, Achira y Mairana:
¿Casos aislados o una tradición por descubrir en tierras bajas de Bolivia?
En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/piedrassagradas.html

2015